Raúl y Fidel Castro se reunieron ayer en La Habana con el ministro de Asuntos Exteriores chino, Yang Jiechi, para intentar reforzar unas relaciones bilaterales que cumplen ya 50 años. El ex mandatario cubano, Fidel Castro, quiso transmitir a Yang su satisfacción por las relaciones de cooperación entre China y Cuba en los últimos 50 años y expresó su deseo de que ambas partes se esfuercen para profundizar en ellas. Por su parte, Yang recordó que China concede una gran importancia a sus lazos con Cuba, más aún porque éstos han dado sus frutos en varias áreas. Raúl y Fidel Castro se reunieron ayer en La Habana con el ministro de Asuntos Exteriores chino, Yang Jiechi, para intentar reforzar unas relaciones bilaterales que cumplen ya 50 años. El ex mandatario cubano, Fidel Castro, quiso transmitir a Yang su satisfacción por las relaciones de cooperación entre China y Cuba en los últimos 50 años y expresó su deseo de que ambas partes se esfuercen para profundizar en ellas. Por su parte, Yang recordó que China concede una gran importancia a sus lazos con Cuba, más aún porque éstos han dado sus frutos en varias áreas.
Fidel Castro, que, tras unos meses desaparecido, ha aparecido en varios actos públicos en las últimas semanas, regaló a Yang un ejemplar chino del ‘Diccionario del Pensamiento de Fidel Castro’, de Salomón Susi, y su último libro, autobiografía titulada ‘La victoria estratégica’.
La visita de Yang tuvo lugar el mismo día en el que el jefe del Estado cubano, Raúl Castro, anunció que su gobierno ampliará los sectores para poder trabajar por cuenta propia y flexibilizará la contratación de trabajadores. El objetivo del Gobierno cubano es que estos sectores asuman el excedente de trabajadores públicos. Según señaló el mandatario cubano, se establecerá un nuevo régimen tributario para estas actividades que garantice que los trabajadores por cuenta propia contribuyan a la seguridad social, abonen impuestos sobre los ingresos personales y las ventas. Entre las novedades de este nuevo sistema figura también la posibilidad de que se pueda contratar personal.
No obstante, Raúl Castro no especificó a qué sectores afectará esta ampliación. Hace unos meses, su Gobierno ya liberalizó las peluquerías, cuyos propietarios deben pagar por los suministros, el alquiler del local y un impuesto, así como la actividad de algunos taxis privados. Unos años antes, en la década de los 90, se liberalizaron otras actividades, como la de los restaurantes privados, la venta ambulante o el alquiler de habitaciones, unos negocios que no han proliferado en gran medida debido al exceso de regulación. Tampoco ha tenido mucho éxito la decisión de entregar tierras en usufructo adoptada hace un año y que no ha impulsado la producción.
La crisis internacional ha agravado la situación de Cuba y por ello en los últimos meses se intensificaron los rumores en la isla sobre una posible reforma profunda de su economía. Unas expectativas que no se han cumplido con el anuncio de Raúl Castro, que ha generado cierta confusión ante la poca concreción de su discurso.
