Las autoridades cubanas han puesto en marcha un ambicioso proyecto para modernizar su sistema portuario. Fuentes diplomáticas europeas atribuyen esta estrategia a Ramiro Valdés, el nuevo hombre fuerte del Régimen. El puerto de Mariel podría convertirse en el principal del país, desplazando al de La Habana, para acoger las mercancías procedentes del Canal de Panamá. La financiación para la ejecución de las infraestructuras necesarias ha comenzado a llegar de la mano de Brasil. Las autoridades cubanas han puesto en marcha un ambicioso proyecto para modernizar su sistema portuario. Fuentes diplomáticas europeas atribuyen esta estrategia a Ramiro Valdés, el nuevo hombre fuerte del Régimen. El puerto de Mariel podría convertirse en el principal del país, desplazando al de La Habana, para acoger las mercancías procedentes del Canal de Panamá. La financiación para la ejecución de las infraestructuras necesarias ha comenzado a llegar de la mano de Brasil.
La mejora de esta infraestructura podría suponer un fuerte impulso económico para el país caribeño, mucho más si se reactiva el comercio con EEUU en los próximos años. Al parecer, una empresa brasileña será la encargada de llevar a cabo este ambicioso proyecto.
Primero, la firma construirá los accesos por carretera al puerto, con una inversión de unos de 50 millones de dólares, y luego una línea férrea por 60 millones. Otros 190 millones serán dedicados al dragado del puerto, construcción de diques, almacenes y otras obras de infraestructura. En total, Brasil financiará un 50% del proyecto.
Con acceso a una espaciosa y limpia bahía, el puerto de Mariel se transformará en una eficaz alternativa del puerto de La Habana, el más importante, pero limitado en su expansión por el sobreuso, la existencia de las edificaciones de la capital y el acentuado depósito de sedimentos.
Adfemás de las obras en Mariel, también hay previstos otros proyectos para aumentar la capacidad para operar buques mayores en las tres ensenadas principales del país, La Habana, Cienfuegos, en el sur de la región, y Santiago de Cuba, en el oriente. En las zonas portuarias transita más del 80% de las importaciones anuales de la Isla.
Además de la ayuda financiera de Brasil, el plan del Gobierno de Raúl castro cuenta con la cooperación de China y del ALBA, que constituyó un fondo común para apoyar obras clave con vistas al desarrollo económico y social.