La presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, ha deslegitimado el sindicato de trabajadores que lidera Hugo Moyano y, simultáneamente, ha reconocido la validez del que encabeza el metalúrgico Antonio Caló. La presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, ha deslegitimado el sindicato de trabajadores que lidera Hugo Moyano y, simultáneamente, ha reconocido la validez del que encabeza el metalúrgico Antonio Caló.
La reacción de Moyano, antiguo sindicalista de cabecera de Néstor Kirchner, no se ha hecho esperar. Ayer mismo, el líder de la Confederación General de Trabajadores (CGT) disidente reunió a sus abogados para apelar la decisión del Gobierno ante la Justicia. Esta dispuesta podría durar años.
La primera resolución fue del día 29 de octubre, y en ella se rechazó el recurso que presentó Moyano en julio contra la decisión del Ministerio de Trabajo de anular el congreso en el que fue reelecto para su tercer mandato. Aunque la resolución la ha firmado el ministro de Salud, Juan Manzur, ya que Carlos Tomada, de Trabajo se ha desligado del expediente por ser acusado de parcialidad por el camionero.
La otra resolución tiene fecha de ayer y la ha firmado Elena Otaola, directora de Asociaciones Sindicales del Ministerio de Trabajo. En ella puede leerse que se extiende el “certificado de autoridades provisorio” a la conducción de la CGT oficialista “por el término de 90 días corridos o hasta tanto el presente acto administrativo mantenga su vigencia”.
El lucifuercista Oscar Lescano, que es miembro del consejo directivo de la central cercana al Gobierno, ha considerado que “CGT legal y legítima sólo hay una, la nuestra”.
Mientras, Moyano ha señalado que las dos resoluciones son “maniobras del Gobierno contra aquellos que no piensan como ellos, lo hicimos todo dentro de la ley y estamos seguros que la Justicia nos dará la razón”.
En cualquier caso, legalidades aparte, el camionero continúa avanzando en la organización del paro nacional que planea realizar en la última quincena de noviembre.
