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Además, busca destituir al nuevo presidente como máximo directivo de su actual partido

Correa no descarta fundar un nuevo partido para oponerse a Moreno

Lenín Moreno, presidente de Ecuador

El expresidente ecuatoriano participará este domingo en la convención de Alianza País, ahora dividida entre ‘morenistas’ y ‘correístas’, en la que se buscará destituir al nuevo presidente como máximo directivo del partido.

Por si quedaba alguna duda de que el enfrentamiento entre el expresidente de Ecuador y su sucesor, Lenín Moreno, ya es completamente abierto y que la situación es totalmente irrecuperable; Rafael Correa se ha proclamó el «principal opositor» al nuevo mandatario del país sudamericano.

«Hace rato que soy opositor al gobierno (…) Su principal opositor, un expresidente al otro lado del planeta, sin secretaria, sin oficina, defendiéndose con un iPhone por redes sociales», aseguró Correa en una rueda de prensa en Quito, a donde regresó desde su nueva residencia en Bélgica el pasado sábado para enfrentarse a su exaliado y ahora enemigo político. 

De hecho, Correa participará este domingo en la convención de Alianza País, ahora dividida entre ‘morenistas’ y ‘correístas’, en la que se buscará destituir al nuevo presidente como máximo directivo del partido.

Además, los legisladores de la corriente ‘correísta’ ya han anunciado que van a intentar por todos los medios anular la convocatoria de un referéndum decretada por Moreno ya que consideran inconstitucional que, entre otras cosas, pretenda acabar con la reelección presidencial indefinida aprobada previamente por Correa.

Y, aún más allá, Correa ha definido nada menos que como un «golpe de Estado» el hecho de convocar por decreto una consulta popular sin esperar al dictamen de la Corte Constitucional y advirtió que «se van a poner todos los recursos para parar esta barbaridad».

Pero, para mayor escarnio público, resulta que la Convención de este domingo es desconocida por los ‘morenistas’ después de que cada bando nombrase a sus propios presidentes y directivas. La situación ha llegado a tal punto que se ha hecho necesaria la mediación del Tribunal Contencioso Electoral (TCE) del país sudamericano que se espera que se pronuncie en las próximas semanas al respeto.

Pero si el dictamen de el TCE no fuese favorable para Correa y los suyos, éste ya ha anunciado que, en ese caso, no descarta fomar otro partido político. Además, da por segura su retirada de Alianza País, porque, según advirtió, «no podría prestarme a ser cómplice de la destrucción de la revolución ciudadana».

Asimismo, Correa denunció la existencia «de pactos secretos previos» entre la oposición y Moreno, quien fue su vicepresidente entre 2007 y 2013; por lo que aseguró que no puede haber «ningún acercamiento» con su sucesor y enfatizó que ?jamás imaginó ni en las peores pesadillas?, que éste ?destruiría? su proyecto político llamado Revolución Ciudadana.

El conflicto entre los dos dirigentes comenzó a hacerse público cuando Moreno señaló que la situación económica en que se encontró el país era peor que la anunciada bajo el Gobierno de Correa. Además, el nuevo presidente ha apoyado la investigación del caso de corrupción de Odebrecht, pese a que ha afectado a destacados ‘correístas’ como el propio compañero de Moreno en la fórmula presidencial, Jorge Glas.

Una maniobra con la que para Correa, Moreno buscaría perpetuarse en el cargo tras prestigiarse por contraste frente a unos antecesores que quedarían descalificados ?como corruptos?. Además, el expresidente acusa a su sucesor de traicionar su programa político; algo en lo que ha coincidido, en parte, con Guillermo Lasso, rival en las presidenciales del actual presidente, quien afirma que Moreno ha llevado a cabo propuestas de su movimiento político ?aunque lamentablemente no todas?.

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