El Estado ecuatoriano ha comenzado a negociar con las compañías mineras internacionales los nuevos contratos que regularán la explotación de plata, oro y otros materiales. El Gobierno de Rafael Correa exige un mínimo del 5% de impuesto sobre la explotación, con la obligación de que una parte de ese pago se haga por anticipado, para poder así generar recursos inmediatos para el fisco. Se espera que la inversión alcance 7.000 millones de dólares en cinco años y se generen unos 8000 empleos directos. El Estado ecuatoriano ha comenzado a negociar con las compañías mineras internacionales los nuevos contratos que regularán la explotación de plata, oro y otros materiales. El Gobierno de Correa exige un mínimo del 5% de impuesto sobre la explotación, con la obligación de que una parte de ese pago se haga por anticipado, para poder así generar recursos inmediatos para el fisco. Se espera que la inversión alcance 7.000 millones de dólares en cinco años y se generen unos 8000 empleos directos.
Las compañías, sin embargo, afirman que el impuesto es demasiado alto y ofrecen en torno a un 3,5% o 4%. Del mismo modo, se oponen al pago anticipado, puesto que todavía no han comenzado siquiera las explotaciones. Respecto al plazo de concesión, el Gobierno ofrece 16 años, aunque se espera que las empresas soliciten un periodo más largo.
Las negociaciones acaban de comenzar. Las primeras empresas en participar en el proyecto son Ecuacorriente (ECSA), King Ross-Aurelian e IMC.
