Coca-Cola y Pepsi han decidido alterar su receta para reducir un colorante que en el Estado de California se considera cancerígeno, ya que quieren evitar que los envases lleven una etiqueta que alerte del riesgo de cáncer, según la BBC. Coca-Cola y Pepsi han decidido alterar su receta para reducir un colorante que en el Estado de California se considera cancerígeno, ya que quieren evitar que los envases lleven una etiqueta que alerte del riesgo de cáncer, según la BBC.
La nueva receta de las dos marcas más famosas de bebidas de cola contendrá menos 4-meitilimidazol, un colorante que da a las bebidas un aspecto de caramelo y que el estado de California acaba de añadir a su lista de sustancias cancerígenas. De hecho, en ese Estado ya se comercializan los refrescos con la nueva composición no tener que avisar de riesgo de cáncer en sus etiquetas.
La voz de alarma la ha provocado un estudio elaborado entre ratones y ratas en California, aunque desde la Agencia del Medicamento estadounidense se apela a la tranquilidad y se calcula que, según las comprobaciones realizadas en el estudio, una persona debería tomar hasta mil latas diarias de refresco para notar un efecto adverso sobre el organismo.
Según indicaron Además, la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria evaluó la sustancia en 2011 y concluyó que no había datos para determinar que era carcinogénico y la Organización Mundial de la Salud lo ha incluido como un 2B en la lista de cancerígenos, lo que implica que es solo un «posible» cancérigeno.