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Chile busca la integración de las trabajadoras sin contrato en el sistema de pensiones

El Ministerio de Planificación Nacional y Política Económica de Chile (Mideplan) ha impulsado un nuevo subsidio para las mujeres. Esta iniciativa forma parte del proyecto Ingreso Ético Familiar, que impulsó el presidente Sebastián Piñera en 2009 para erradicar la pobreza extrema del país. Durante tres meses, tiempo que dura la ayuda, el Estado asumirá la cotización de las mujeres que trabajan de manera informal, y que, por lo tanto, no ingresan ningún dinero en las administradores Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP), las empresas financieras privadas que se encargan de gestionar las pensiones de los trabajadores chilenos. El Ministerio de Planificación Nacional y Política Económica de Chile (Mideplan) ha impulsado un nuevo subsidio para las mujeres. Esta iniciativa forma parte del proyecto Ingreso Ético Familiar, que impulsó el presidente Sebastián Piñera en 2009 para erradicar la pobreza extrema del país. Durante tres meses, tiempo que dura la ayuda, el Estado asumirá la cotización de las mujeres que trabajan de manera informal, y que, por lo tanto, no ingresan ningún dinero en las administradores Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP), las empresas financieras privadas que se encargan de gestionar las pensiones de los trabajadores chilenos.

El Gobierno pretende comprobar el resultado de esta ayuda para la economía chilena. Por lo que, además de tener un tiempo limitado, el subsidio se otorgará a un número acotado de beneficiarios, únicamente las mujeres que estén inscrita en el programa Chile Solidario. Además, la cantidad destinada a este proyecto es de 130 millones de dólares (93,16 millones de euros) del fondo de Bonificación al Ingreso Familiar, para controlar el desembolso público.

Esta ayuda pretende fomentar el acceso de los trabajadores más pobres, categoría en la que se encuentran entre el 25 y el 35% de las mujeres en edad laboral, al mercado de trabajo. Así como promocionar la formalización, la firma de un contrato, de las personas que ya trabajan, ya que se espera que las trabajadoras que se beneficien de esta ayuda continúen cotizando por incentivo propio.

Según datos de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), la participación laboral de las mujeres chilenas, que se sitúa en torno al 46,8%, es uno de los más bajos de Latinoamérica. Además, se trata en su mayoría de un trabajo informal ya que, según la Encuesta socioeconómica Casen realizada en Chile en 2009, el 58% de las mujeres ocupadas no cotizan al AFP.

Un informe elaborado por un comité de expertos para Mideplan ha señalado que fomentar y formalizar el empleo femenino es una de las prioridades para que el proyecto Ingreso Ético Familiar, que ya ha impulsado otras dos ayudas, pueda sacar de la pobreza a 270.000 personas, objetivo del presidente Sebastián Piñera para 2011.

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