Al mal tiempo buena cara. Algo parecido le ha pasado al mandatario venezolano, Hugo Chávez, que lucha contra un cáncer. La valoración del presidente se ha disparado diez puntos entre los meses de julio y septiembre, coincidiendo con la detección de la enfermedad. Al parecer, su popularidad subió desde entonces, según una encuesta de la consultora privada Datanalisis. Al mal tiempo buena cara. Algo parecido le ha pasado al mandatario venezolano, Hugo Chávez, que lucha contra un cáncer. La valoración del presidente se ha disparado diez puntos entre los meses de julio y septiembre, coincidiendo con la detección de la enfermedad. Al parecer, su popularidad subió desde entonces, según una encuesta de la consultora privada Datanalisis.
El sondeo desvela varias cuestiones con las que se venía especulando. Si se miran fríamente los datos, el cáncer que padece y del que, según el propio Chávez, está ya recuperado, ha servido para mejorar su imagen pública. No en vano, las cifras de julio, cuando dio a conocer su enfermedad, arrojaban una popularidad del 48,6%. Dos meses después, sin medidas de calado que hayan podido hacer mejorar la imagen de su Gobierno, su aceptación ha ascendido diez puntos, hasta el 58,9%.
Sin embargo, esta no es la única buena noticia para el presidente bolivariano. Tanto o más importante que la popularidad, la intención de voto, a la que habrá que estar atentos de cara a las elecciones presidenciales que se celebrarán en 2012, escaló desde el 31% con el que contaba en julio, hasta el 40% en septiembre.
Hay que recordar que el pasado mes de julio, Chávez realizó uno de sus viajes a Cuba. En el mismo, mediante un chequeo rutinario, le fue hallado un cáncer. Entonces, el propio presidente venezolano reconocía en televisión que sufría un «tumor abscesado con presencia de células cancerígenas», del que había sido tratado y que había desaparecido por completo.
A día de hoy, el mandatario bolivariano continúa con las sesiones de quimioterapia, cuatro hasta el momento. Mientras tanto, las especulaciones sobre la verdadera naturaleza de su cáncer recorren los diarios y alimentan los comentarios en los corrillos de Caracas. Algunos sectores antichavistas siguen lanzando hipótesis, que incluyen, entre otras tipologías de cáncer, el sarcoma retroperitoneal con afectación a la vejiga urinaria.
Si esta posibilidad tuviese visos de realidad, al presidente venezolano le restarían apenas tres años de vida en el mejor de los casos. La probabilidad es escasa pero, de confirmarse, Chávez iría paulatinamente mostrando síntomas de un gran deterioro a causa de un tratamiento de una dureza extrema.
Algunos observadores dan poca credibilidad a este nuevo intento de ponerle nombre y apellidos al mal que padece Chávez. Al fin y al cabo cada pocos días aparece algún comentario con un nuevo diagnóstico que, supuestamente, es el definitivo.
En cualquier caso, sea esta o no la enfermedad que sufre, el líder bolivariano tiene trabajo por delante de cara a las elecciones. No en vano, pese al crecimiento de la intención de voto, casi un 60% de los venezolanos preferirían que Chávez no se presentase a la reelección presidencial.
