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Chávez impone una tasa extraordinaria a las petroleras internacionales

El presidente venezolano, Hugo Chávez, ha anunciado, durante los últimos días festivos, una ampliación del impuesto a las ganancias súbitas de las petroleras que operan en el país. El comunicado, que ha generado inquietud en la prensa brasileña, estipula un abono de entre el 80 y el 95% de esos beneficios, que se consideran extraordinarios por estar vinculados a las alzas del precio del barril Brent europeo por encima de los 70 dólares. La oposición alerta de que este impuesto generará reticencias entre los socios de PDVSA, la petrolera nacional. El presidente venezolano, Hugo Chávez, ha anunciado, durante los últimos días festivos, una ampliación del impuesto a las ganancias súbitas de las petroleras que operan en el país. El comunicado, que ha generado inquietud en la prensa brasileña, estipula un abono de entre el 80 y el 95% de esos beneficios, que se consideran extraordinarios por estar vinculados a las alzas del precio del barril Brent europeo por encima de los 70 dólares. La oposición alerta de que este impuesto generará reticencias entre los socios de PDVSA, la petrolera nacional.

El líder bolivariano justificó, durante la aparición, en Venezolana de Televisión, en que anunciaba el aumento, que los nuevos ingresos serán redistribuidos entre la población. Valiéndose de la Ley habilitante, que aun ostenta pese a haber finalizado la crisis derivada de las fuertes lluvias que se produjeron en octubre del pasado año, Chávez anunció que el aporte de Pdvsa, así como de las empresas mixtas que operan en el país, se elevaba a entre el 80 y el 95%.

La Ley vigente establece que Petróleos de Venezuela y las empresas mixtas deben transferir al Fondo de Desarrollo Nacional (Fonden) el 50% de los ingresos petroleros percibidos cuando el precio promedio mensual del crudo Brent ¬de referencia en Europa¬ sea igual o superior a 70 dólares por barril. La Ley que habría promulgado el presidente venezolano, que aun no se ha hecho pública, establece que, con esa misma cotización, el traspaso se eleva hasta el 80% de los ingresos extraordinarios. La contribución aumenta a 90% si el promedio cruza los 90 dólares y a 95% cuando la media mensual iguale o supere los 100 dólares por barril, como en la actual coyuntura.

La nueva ley ha provocado alarma entre la oposición y ha tenido eco en Brasil, país de origen de la principal petrolera de América Latina, Petrobras. Gustavo Coronel, ex director de la petrolera estatal, ha asegurado que «este cambio en las reglas del juego reafirma lo precario y arriesgado que resulta el gobierno del presidente Chávez para los socios extranjeros de Pdvsa», mientras que considera que «esto revela desespero por parte del Gobierno por obtener más recursos para la campaña electoral».

El impuesto ya generó críticas a finales de 2009, cuando PDVSA anunció la oferta para tres bloques del área de Carabobo en la Faja del Orinoco. El desacuerdo obligó a posponer la licitación para principios de 2010, no sin que antes los portavoces de la francesa Total y la noruega Statoil anunciaran su decisión de no participar en este proyecto debido a la elevada carga tributaria.

Baldo Sansó, ex asesor jurídico del Ministerio de Energía y Petróleo, consideró el pasado año que en su “opinión personal esa ley debe ser revisada o eliminada, y eso mejoraría la economía del proyecto».

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