Los países centroamericanos no quieren dejar escapar el apetito de los inversores por la deuda latinoamericana. En menos de una semana, Panamá ha anunciado una emisión de 500 millones de dólares para financiar obras de infraestructura y la colocación de otros 1.000 millones en papeles a diez años con una tasa nominal anual del 5,2% y un rendimiento del 5,224%. Deutsche Bank y Credit Suisse son los principales agentes colocadores de la operación. Al parecer, El Salvador podría ser el próximo en seguir esta tendencia, de la mano de Citigroup y JP Morgan. Los países centroamericanos no quieren dejar escapar el apetito de los inversores por la deuda latinoamericana. En menos de una semana, Panamá ha anunciado una emisión de 500 millones de dólares para financiar obras de infraestructura y la colocación de otros 1.000 millones en papeles a diez años con una tasa nominal anual del 5,2% y un rendimiento del 5,224%. Deutsche Bank y Credit Suisse son los principales agentes colocadores de la operación. Al parecer, El Salvador podría ser el próximo en seguir esta tendencia, de la mano de Citigroup y JP Morgan.
Las entidades estadounidenses deberán esforzarse por el éxito de la operación, ya que el país presidido por Mauricio Funes se encuentra asolado por las últimas inundaciones, que han terminado por afectar duramente a su economía. Tanto que la agencia de calificación crediticia Moody’s rebajó el rating de la deuda del país hasta el grado más bajo de inversión.
Los rumores apuntan a que la emisión podría ascender a los 500 millones de dólares, con papeles a un plazo de diez años. El país seguiría así la tendencia iniciada la pasada semana por Panamá, que hoy ha continuado con la exitosa colocación de 1.000 millones de dólares en bonos globales en el mercado de valores de Nueva York, para pagar deudas del Estado con entidades autónomas del Gobierno central, que datan del régimen militar panameño (1968-1989).
El ministro panameño de Economía y Finanzas, Alberto Vallarino, informó en rueda de prensa que los bonos fueron colocados de manera «exitosa» a un plazo de diez años, con una tasa nominal anual de 5,2% y un rendimiento de 5,224%.
La tasa de 5,2% es la más baja obtenida por Panamá en su historia para una transacción de este tipo, indicó Vallarino, quien aclaró que esta emisión no aumenta en un centavo la deuda pública total del país, calculada en más de 11.000 millones de dólares.
Con esta transacción se amortizará un saldo de 397 millones de dólares pendiente de pago con el Banco Nacional de Panamá (BNP) de una deuda de 932 millones de dólares, resultado de un agujero financiero ocasionado a esta entidad bancaria estatal por la dictadura militar.
También se cancelarán todos los compromisos de deuda pública no negociable que el Estado mantiene con la Caja de Seguro Social (CSS) y que ascienden a 532 millones de dólares, y se cancelarán bonos de reconocimiento del Sistema de Ahorro y Capitalización de Pensiones de los Servidores Públicos (SIACAP) por un monto de 132 millones de dólares
Entre los inversores internacionales que tomaron parte en la operación destacan Goldman Sachs Asset, Wellington Management, SAC Capital Management, T Rowe Price and Associates Inc y Morgan Stanley Dean Witter.