La violencia le cuesta a Centroamérica, según un informe del Banco Mundial (BM), el 8% de su Producto Interior Bruto (PIB), lo que son unos 19.500 millones de dólares. Este dinero se invierte en seguridad, procesos judiciales y atención médica derivadas de la violencia extrema. La violencia le cuesta a Centroamérica, según un informe del Banco Mundial (BM), el 8% de su Producto Interior Bruto (PIB), lo que son unos 19.500 millones de dólares. Este dinero se invierte en seguridad, procesos judiciales y atención médica derivadas de la violencia extrema.
El Triángulo Norte (Guatemala, Honduras y El Salvador) son responsables de que la zona sea de las más violentas del mundo y en estos tres países el coste de la criminalidad y su prevención de dispara hasta tocar el 19% del PIB.
La violencia, como ha señalado Lina Barrantes, directora ejecutiva de la Fundación Arias para la Paz y el Progreso Humano, en San José, “tiene un alto impacto social y afecta a la capacidad de gestión del Estado, desvía los fondos del Gobierno para el desarrollo y al mismo tiempo reduce la inversión nacional y extranjera”.
Esta idea la ha compartido Carolina Castellanos, la directora ejecutiva de AmCham, que ha asegurado que pese a que Guatemala representa el 30% del PIB de la región, la criminalidad hace que solo atraiga el 9% de la inversión extranjera directa. Así las cosas, se acentúa el deterioro económico en una zona con más de 43 millones de habitantes que viven en diversos estados de pobreza.