Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.

Carola Ortiz

Carola Ortiz

Entre el jazz, el flamenco, la música oriental y los cantares tradicionales de la Península Ibérica, la artista tarraconense Carola Ortiz ha forjado un estilo propio aventurero y seductor, que la confirma como una de las autoras e interprétes más interesantes de la nueva hornada de cantautoras. Entre el jazz, el flamenco, la música oriental y los cantares tradicionales de la Península Ibérica, la cantautora tarraconense Carola Ortiz ha forjado un estilo propio aventurero y seductor, que la confirma como una de las autoras e interprétes más interesantes de la nueva hornada de artistas femeninas.

Ortiz posee una voz muy personal y bien ‘educada’, herencia de una formación sólida que también incluyó el estudio del clarinete, un instrumento que maneja con soltura tanto en los estudios de grabación como en directo. Una base resistente sobre la que elevar su propio edificio sonoro.

Nacida, según cuenta en sus biografías promocionales, en una familia de artistas, el veneno del jazz le fue inoculado pronto. Quizá por su propio padre un contrabajista ?asiduo al mítico club Jazz Cava de Terrasa. Con el empezó a cantar y tocar el clarinete, que empezó a estudiar a los siete años, siguiendo en manual de instrucciones de los ‘standards’ del ‘Real Book’.

El aprendizaje continúo luego en los centros docentes y en los escenarios. Ortiz ha compartido espacio con bandas revolucionarias como Coetus, donde coincidió con Aleix Tobías y Eliseo Parra, la jazzista Maria Schneider, la cantaora Rocío Márquez, Niño de Elche, Refree o Raúl Rodríguez, entre otros.

Viajera incansable y amiga de los mestizajes sonoros bien trabados, su primer disco en solitario se llama ‘Sirin’, e incluye canciones en castellano, catalán, inglés y francés. Idiomas en los que se expresa con fluidez. Su música, ya digo, es difícil de describir, pero esta dotada de un par de ingredientes adictivos de esos que dejan huella.

A saber. Buenas melodías. Unos desarrollos instrumentales bien traídos, gracias a unos arreglos imaginativos que huyen de lo obvio y esas ganas de comunicarse con la audiencia y hacerla partícipe de una experiencia inolvidable que no todos los artistas parecen tener. A mí, me ha convencido. A ver qué pasa con ustedes.

Más información

Scroll al inicio