La Guardia Civil española no tiene dudas: el presunto asesino de cuatro miembros de una familia brasileña, cuyos cuerpos aparecieron recientemente descuartizados en España, es el sobrino de uno de ellos y se encuentra actualmente huido en Brasil. La Guardia Civil española no tiene dudas: el presunto asesino de cuatro miembros de una familia brasileña, cuyos cuerpos aparecieron recientemente descuartizados en España, es el sobrino de uno de ellos y se encuentra actualmente huido en Brasil.
Así lo comunicó hoy el cuerpo armado en una rueda de prensa en la que destacó que la familia asesinada, formada por una pareja de 30 años y sus dos hijos de uno y cuatro años, era «humilde» y no tenía ninguna relación con el crimen organizado ni con el narcotráfico.
El presunto asesino es un joven brasileño de 20 años, sobrino de una de las víctimas, que había vivido con ellas durante varios meses antes de que se trasladaran a Pioz, una localidad situada a 60 kilómetros de Madrid en la que aparecieron sus cuerpos sin vida.
La Guardia Civil española aseguró hoy que la Policía de Brasil lo interrogó hace unos días y lo dejó después en libertad a pesar de existir una orden de detención internacional contra él.
Según sospechan los investigadores, el presunto asesino había huido a su país de origen 48 horas después de que aparecieran los cuerpos de las víctimas. Las pesquisas confirman que cambió un billete de avión que tenía comprado para el día 16 de noviembre.
El crimen causó gran conmoción en España, donde en un primer momento se habló de un posible ajuste de cuentas. Ahora, los investigadores sostienen que la pareja y sus dos hijos pequeños «formaban una familia normal y trabajadora que intentaban desarrollar su vida en España alejados de cualquier tipo de actividad delictiva».
Las víctimas presentaban «síntomas de haber sido asesinadas con gran violencia». Según destacó la Guardia Civil, el presunto asesino, con antecedentes penales en Brasil por una agresión a un profesor, tiene «rasgos muy concretos que determinan su alto psicoticismo».
Se cree que la relación entre tío y sobrino no era buena y que la familia pudo cambiar de vivienda en España para poner distancia, según destacó la prensa nacional.
En caso de que el presunto asesino sea detenido, España tendría que pedir una comisión rogatoria para que el equipo de investigación se desplace a Brasil, ya que por ley no puede ser extraditado.
