Quien lo diría. Aunque representan la quintaesencia de lo que fue la epidemia de rock crudo y sentido que infectó Madrid en la lejana década de los setenta del pasado siglo y defienden un repertorio plagado de canciones míticas, nadie podría acusar ahora a Burning a costa del pasado. Quien lo diría. Aunque representan la quintaesencia de lo que fue la epidemia de rock crudo y sentido que infectó Madrid en la lejana década de los setenta del pasado siglo y defienden un repertorio entrañable y salvaje, plagado de canciones míticas, nadie podría acusar ahora a Burning de vivir a costa de las glorias pasadas.
Hace ya bastantes años que Johnny Cifuentes, teclista, cantante y único miembro original que queda en el grupo se decidió a dar un paso al frente y mantener activo a su grupo de siempre, a pesar del peso de bajas tan notables como la del guitarrista Pepe Risi, un guitarrista indispensable para entender la historia del rock español.
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Y, a pesar de las dificultades y de la crisis y de los problemas que el siglo XXI parece haber traído a los viejos músicos, Burning ha reescrito su leyenda, dando de nuevo el salto desde las catacumbas al estrellato, con canciones nuevas, fans intergeneracionales y conciertos con todo el papel vendido en cualquier punto del territorio nacional.
Tenían, claro, argumentos suficientes, y madera y sabiduría para conseguir de nuevo el milagro, porque junto a Johnny hace tiempo que se alinea una formación, más o menos estable, integrada ahora por Carlos Guardado al bajo, Eduardo Pinilla y Nico Alvarez a las guitarras, Kacho Casal a la batería y Miguel Slingluff al saxo.
Y las noticias más recientes vuelven a ser buenas. Al menos para ese grupo de seguidores irreductibles de la banda de los que, ¿alguien lo dudaba?, formo parte. Los Burning van a volver a la carretera en la primavera de 2017 y realizarán una nueva gira que pasará por varias ciudades españolas. Vayan sacando la entrada antes de que se agoten.
