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Brasil, el mercado de automóviles que condiciona Sudamérica

Brasil prevé cerrar 2011 con un aumento de 5% en sus ventas internas de automóviles, hasta alcanzar los 3,69 millones de unidades vendidas. Estas cifras, que seguirán creciendo, han convertido al mercado brasileño en objeto de deseo de las principales marcas internacionales y en un eje para los países vecinos. Brasil prevé cerrar 2011 con un aumento de 5% en sus ventas internas de automóviles, hasta alcanzar los 3,69 millones de unidades vendidas. Estas cifras, que seguirán creciendo, han convertido al mercado brasileño en objeto de deseo de las principales marcas internacionales y en un eje para los países vecinos.

Hace apenas dos semanas, el Gobierno de Dilma Rousseff aprobó una serie de medidas proteccionistas. De esta forma, se impuso un impuesto del 30% a los vehículos que no cumplan con un mínimo de contenido nacional o del Mercosur. La medida iba principalmente destinada a frenar la oleada de marcas asiáticas que buscan aprovechas un mercado que roza los 200 millones de habitantes. Brasil no puede «dejar que nuestro mercado de autos sea tomado por aventureros que vienen de fuera», dijo entonces el ministro de Hacienda, Guido Mantega.

Las consecuencias de actuaciones como esta son, por el momento, beneficiosas para Brasil y no tanto para los demás países del Cono Sur con los que, además del Mercosur, Brasil tiene acuerdos. No en vano, en lo que a Brasil respecta, las principales marcas mundiales han apostado por instalar sus industrias en el propio país, con los consiguientes beneficios para el empleo y la economía brasileña.

Las llamadas “cuatro hermanas”; General Motors, Volkswagen, Fiat y Ford, han sido las que más presión han ejercido, según los expertos, para que las medidas proteccionistas se pusieran en marcha. A la luz de los datos, tienen motivos para proteger su parcela y poder para hacerlo.

La flota brasileña supera los 30 millones de vehículos. La italiana Fiat lidera el mercado con un 22,7% de las ventas, seguida por la alemana Volkswagen (22,36%) y la estadounidense General Motors (19,86%), según datos la Federación Nacional de Distribución de Vehículos Automotores (Fenabrave).

La respuesta de agradecimiento de algunas de ellas no se ha hecho esperar. La alemana Volkswagen ha anunciado hoy una inversión 3.400 millones de euros hasta 2016. A su vez, Cristiano Rattazzi, presidente de Fiat Auto Argentina, reconocía que la estrategia de la marca en América Latina depende en gran medida de Brasil. “Lo que pasa en Brasil es la vida o la muerte”, ha asegurado.

Y es que el mercado brasileño es una referencia para los países de su entorno. Uruguay, miembro del Mercosur, ha extendido una queja contra las medidas proteccionistas brasileña. Alega que 400 personas van a perder su empleo en varias plantas productivas que colaboran con marcas asiáticas. Los coches que de allí salen no cumplen la nueva normativa y deberán pagar el impuesto estipulado.

En este contexto, y con varias marcas internacionales, entre ellas varias asiáticas, desembarcando en diferentes países de América Latina, los movimientos de Brasil son observados con detenimiento.

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