El ministro de Hacienda de Brasil, Guido Mantega, ha advertido de la amenaza de una posible ‘guerra comercial’ a gran escala si los gobiernos continúan con sus presiones por mantener bajo el tipo de cambio de sus monedas. Según el titular de la cartera, los principales responsables de dicho ‘conflicto’ serían China y EEUU, países ambos que han llevado a cabo una fuerte intervención en sus divisas durante el último año para hacer más competitivas sus exportaciones. El ministro de Hacienda de Brasil, Guido Mantega, ha advertido de la amenaza de una posible ‘guerra comercial’ a gran escala si los gobiernos continúan con sus presiones por mantener bajo el tipo de cambio de sus monedas. Según el titular de la cartera, los principales responsables de dicho ‘conflicto’ serían China y EEUU, países ambos que han llevado a cabo una fuerte intervención en sus divisas durante el último año para hacer más competitivas sus exportaciones.
Guido Mantega, que acuñó el término ‘guerra de divisas’ el pasado mes de septiembre, ha puesto de manifiesto que ésta podría convertirse en una guerra comercial. Ante esta situación, Brasil planteará la cuestión de la manipulación de los tipos de cambio ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) y otros organismos internacionales, así como en la próxima cumbre del G20. Al menos, esto es lo que ha comentado el ministro de Hacienda en una entrevista realizada por el diario inglés Financial Times.
Además, Brasil también podría ejercer presión para que la OMC defina la manipulación del tipo de cambio como una forma de subvención velada a la exportación. Sin embargo, según la opinión de los analistas internacionales esto será complicado, ya que China podría vetar cualquier tipo de intento de cambiar las reglas de dicha organización.
EEUU es uno de los mayores responsables de esta situación en el mercado cambiario internacional, según ha expresado Mantega. El titular de Hacienda ha puesto de manifiesto que el comercio de Brasil con la potencia mundial ha caído de un superávit anual de unos 15.000 millones de dólares (11.618 millones de euros) a un déficit de unos 6.000 millones de dólares (4.647 millones de euros). Dicho retroceso se debe a la relajada política monetaria que ha llevado a cabo EEUU en los últimos tiempos para revitalizar su economía.
En cuanto a China, Mantega ha manifestado que sus relaciones comerciales con el gigante asiático son excelentes, pero que sí les gustaría ver una revaluación del yuan. El titular de la cartera considera que el primer paso para revertir esta situación debe proceder de China, país que tomó la iniciativa de revaluar su divisa. El país mantiene su divisa en un valor artificialmente bajo desde hace años para poder favorecer de esta forma a sus ventas al exterior.
En este sentido, ya la semana pasada el ministro de Comercio de Brasil, Fernando Pimentel, aseguró que el nuevo gobierno de Dilma Rousseff tiene la intención de incluir la debilidad del yuan en la agenda de la presidenta durante su viaje a Beijing el próximo mes de abril.
Mantega ha comentado también a la publicación británica que el gobierno de Dilma Rousseff prepara nuevas iniciativas para impedir una mayor apreciación del real. En especial, dichas medidas se tomarán en el mercado de futuros. Es decir, los contratos de intercambio negociados para entregar en una fecha establecida a un precio determinado, y que pueden abarcar diversos instrumentos financieros como divisas, bonos y depósitos, entre otros.
Estas declaraciones se producen poco después de que el pasado jueves 6 de enero el Banco Central de Brasil limitara el exceso de operaciones de los bancos en el mercado cambiario que apostaban a una depreciación del dólar y un fortalecimiento del real. En este sentido, las entidades financieras estarán obligadas a depositar en la autoridad monetaria el 60% de sus operaciones de cambio cuando éstas superen los 3.000 millones de dólares (2.323 millones de euros) o el patrimonio de referencia de cada compañía.
