La decisión de São Paulo de incentivar fiscalmente a las productoras de tabletas en su demarcación, ha iniciado una batalla campal en Brasil por el control del negocio de este juguete electrónico. La zona franca de Manaos, en la región del Amazonas, se ha enfrentado a esta medida por poder ocasionarle la pérdida de cinco proyectos de producción de dispositivos valorados en 185 millones de reales (85 millones de euros) y 300 puestos de trabajo. La decisión de São Paulo de incentivar fiscalmente a las productoras de tabletas en su demarcación, ha iniciado una batalla campal en Brasil por el control del negocio de este juguete electrónico. La zona franca de Manaos, en la región del Amazonas, se ha enfrentado a esta medida por poder ocasionarle la pérdida de cinco proyectos de producción de dispositivos valorados en 185 millones de reales (85 millones de euros) y 300 puestos de trabajo.
Las compañías que han firmado el acuerdo son Samsung, CBTD, Digibrás y Greenworld. Los responsables de la zona franca han asegurado que no permitirán la pérdida de los beneficios que pueden traer estas empresas y se respaldan en que estos pactos ya han sido aprobados por el Consejo de Desarrollo del Amazonas.
El territorio perjudicado ha considerado que las ayudas son ilegítimas e inconstitucionales al no haber recibido la autorización del Consejo Nacional de Políticas de Finanzas, según ha explicado BNamericas. Aunque los dirigente de São Paulo ha argumentado que se trata de una medida válida que tiene el objetivo de proteger la economía local.
La producción de las tabletas se ha impulsado durante el 2011 en toda Latinoamérica. Incluso la propia presidenta de Brasil, Dilma Rousseff firmó un proyecto en octubre del año pasado para disminuir los impuestos de los dispositivos móviles producidas en el país y alcanzó a un acuerdo en el 2011 con la empresa taiwanesas Foxconn para comenzar a fabricar estos aparatos en el país.
