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El nuevo escándalo afecta otra vez a las estructuras del Gobierno de Michel Temer

Argentina ve una oportunidad en la crisis de la carne brasileña

Michel Temer, presidente de Brasil

El nuevo escándalo afecta otra vez a las estructuras del Gobierno de Michel Temer, desde cuyo partido se habrían aceptado sobornos a cambios de contribuir a maquillar la carne podrida. Pese a que, una vez más, el presidente de Brasil, Michel Temer, intentó echar balones fuera con el escándalo por la adulteración de varios productos mezclados con carne podrida, alegando que muy pocas plantas procesadoras estaban involucradas; el país carioca ya se ha visto obligado a suspender las exportaciones de carne de 21 empresas.

Una medida que llega mientras Chile ha ordenado el cierre preventivo de su mercado a las exportaciones de carne brasileña, y China, Corea del Sur y la Unión Europea (UE) han restringido las importaciones desde el mayor exportador mundial de carne de vacuno y aves de corral.

Una vez más, también, el intercambio de sobornos por financiación política parece estar detrás del escándalo. Así, ya han sido arrestadas 38 personas entre las que se incluyen miembros del Partido del Movimiento Democrático Brasileño, al que pertenece el presidente Temer. Y es que, según ha señalado el comisario de la Policía Federal Mauricio Moscardi, existiría una red de corrupción dentro del gobierno para legalizar la carne «maquillada».

De esta forma, mientras que en la operación ‘Lava Jato’ empresas como Odebrecht se aseguraban la concesión de infraestructuras a cambio de sobornos; en este caso, de acuerdo con informes de la Policía Federal tras una investigación de dos años, las principales cárnicas del país, como JBS y BRF, conseguían ‘legalizar’ mediante el uso de productos químicos, algunos de ellos incluso cancerígenos, carnes que estaban en mal estado.

Una situación dantesca que, no obstante, es percibida desde Argentina como una gran oportunidad. Así, según señala Gonzalo Crespo, coordinador general de Cerdos de Confederaciones Rurales Argentina (CRA), en declaraciones que recoge el portal supercampo.com, «a la producción cárnica argentina, nos va a beneficiar».

De esta forma, Crespo considera que «se van a abrir nuevos destinos luego que países cerraran automáticamente sus compras a Brasil, hecho que será una ventaja para ganar nuevos mercados cárnicos».

Unos beneficios que, no obstante, se harían sentir en el medio plazo ya que, en estos momentos, «Argentina no contaría con producción excedente de producción porcina para colocar en el exterior», señaló Crespo.

En esta valoración coinciden otras voces destacadas de la industria argentina recogidas por el mismo medio como la de Juan Eiras, de la Cámara Argentina de Feedlot; o la de Daniel Urcía, presidente de la Federación de Industrias Frigoríficas Regionales Argentinos (Fifra). Además, ambos coinciden en que, dado el gran volumen exportador de Brasil, países como Uruguay o Paraguay también saldrán beneficiados de la situación.

No en vano, el sector cárnico brasileño representa el 7,2% de sus exportaciones y Brasil es el mayor exportador mundial de carne bovina. Y, ahora, más que seguramente, sus exportaciones, se verán afectadas a la baja en el mediano y largo plazo.

Baste el ejemplo de su mayor importador, China, quien ya suspendió las importaciones de carne en 2012 por un caso relacionado con el mal de las vacas locas, para no reanudarlas hasta junio de 2015. Y, si bien, desde ese entonces las importaciones brasileñas no han parado de crecer desde el gigante asiático; la nueva crisis podría ser mortal para la industria brasileña.

Una industria que exportaba más de 5.500 millones de dólares carne vacuna y más de 6.500 de la de pollo; pero que ya este viernes, el mismo día en que se reveló la investigación policial, vio caer la cotización de sus dos principales empresas en la Bolsa de Sao Paulo.

JBS cayó un 10,59% y BRF un 5,65%; lo que supone entre ambas cerca de 1.900 millones de dólares. La priemra es líder mundial y controla marcas como Big Frango, Seara Alimentos y Swift; mientras que BRF es propietaria de las marcas Sadia y Perdigao.

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