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Argentina, a la espera de negociar con Brasil las trabas a los productos importados entre ambos países

El gobierno de Dilma Rousseff, afectado por el proteccionismo de Argentina, deberá responder hoy si retoma la discusión con la administración de Cristina Kirchner para acordar una solución al tenso conflicto comercial. El ministro de Industria brasileño, Fernando Pimentel, será el encargado de dar una contestación a Argentina, después de que su homóloga Débora Giorgi le diera un plazo de 48 horas para empezar la negociación. El gobierno de Dilma Rousseff, afectado por el proteccionismo de Argentina, deberá responder hoy si retoma la discusión con la administración de Cristina Kirchner para acordar una solución al tenso conflicto comercial. El ministro de Industria brasileño, Fernando Pimentel, será el encargado de dar una contestación a Argentina, después de que su homóloga Débora Giorgi le diera un plazo de 48 horas para empezar la negociación.

Los gobiernos de ambos países intentarán empezar a destrabar el conflicto desatado después de que el jueves pasado Brasil decidiera aplicar Licencias No Automáticas (LNA) a la importación de coches, con lo que pone en riesgo las exportaciones de ese sector por 7.000 millones de dólares (4.926 millones de euros).

Por este motivo, Giorgi solicitó a Pimentel que Brasil levante estas trabas. Si el gobierno de Rousseff retira esta dura represalia, la ministra de Industria de Argentina confirmó que se reunirá con Pimentel para discutir en Foz de Iguazú las trabas brasileñas a la importación de coches argentinos.

Argentina ya estaba advertida. El ministro de Comercio e Industria de Brasil, Fernando Pimentel, envió la pasada semana una carta a su homóloga argentina, Débora Giorgi, en la que pidió que se eliminaran las trabas al comercio. De lo contrario, Brasil advirtió que tomaría medidas. En vista de no obtener respuesta por parte de Argentina, Brasil no tardó en actuar.

Al parecer, según informa la prensa, la ministra Giorgi llamó a Pimentel para aclararle que nunca había recibido la carta que él dijo haber enviado. Pero Pimentel no la atendió, sino que delegó la conversación a la secretaria de Comercio Exterior, Tatiana Prazeres, quien volvió a enviar el escrito por fax. Según fuentes del ministerio brasileño, Giorgi pidió que las autoridades brasileñas evitasen exponer las diferencias a través de la prensa, como se viene haciendo ante la falta de respuestas por la vía diplomática.

A Argentina le han dado donde más le duele. El Gobierno brasileño ha decidido poner freno a las importaciones de automóviles producidos en la nación argentina. Para los analistas esto supone un duro golpe a sus exportaciones. Basta ver las cifras: Brasil importó en 2010, 634.000 vehículos, de los que más del 50% procedían de la industria argentina. Alrededor de 7.000 millones de dólares (4.926 millones de euros) estarían en juego, según la consultora Acebeb, desde donde añaden que más del 80% de las exportaciones totales de Argentina son a Brasil.

Pimentel reconoció que el sector privado de Brasil está enfrentando dificultades para colocar sus productos en Argentina y que el gobierno de Dilma Rousseff exigió una solución negociada para las trabas que se aplican al ingreso de calzado, alimentos, y electrodomésticos, entre otros productos.

La decisión de Brasil de impedir el ingreso de vehículos argentinos, lo que mantiene paralizados los envíos en la frontera, generó malestar en el ministerio de Industria, porque Argentina comunicó en febrero, la aplicación de 200 nuevas Licencias No Automáticas, lo que se efectivizó un mes después de su oficialización.

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