Fadista por vocación y convicción, el cantante portugués Antonio Zambujo representa, hoy por hoy, la última encarnación de este fenómeno folklórico con alcance global, gracias a su capacidad para integrar en su paleta interpretativa el rastro de otros estilos. Fadista por vocación y convicción, el cantante portugués Antonio Zambujo representa, hoy por hoy, la última encarnación de este fenómeno folklórico con alcance global, gracias a su capacidad para integrar en su paleta interpretativa el rastro de otros estilos.
Zambujo se desenvuelve bien en los contextos musicales cercanos a su mundo, en los que domina la riqueza armónica y el ambiente melancólico, como el jazz suave, la bossanova o la morna. Y aprovecha esa capacidad combinatoria para expandir sus límites estilísticos.
Aunque por encima de todas estas consideraciones técnicas, quizá superfluas, la característica más notable de Zambujo es la calidez y belleza de una voz prodigiosa, que acaricia las palabras y las carga de emociones.
Quizá ese sea el motivo por el que, desde sus inicios, este artista haya contado con padrinos y valedores de excepción, como el mismísimo Caetano Veloso o con el apoyo y la colaboración de nuevos cantantes de amplia repercusión como Silvia Pérez Cruz.
En su nuevo trabajo, titulado ‘Rua da Emenda’, el artista luso, junto a los fados habituales, se ha atrevido a interpretar en su particular estilo canciones de autores como Jorge Drexler, Serge Gainsbourg ó Noel Rosa, que ha sabido llevar a su terreno.
Durante el mes de octubre Zambujo se dará una vueltecita por España para presentar en directo este trabajo. En concreto pasará por Madrid, Lleida, Barcelona y A Coruña. Unas citas ineludibles para los aficionados a esta música inmortal.
