«Los presupuestos ambientales han sido sacrificados en muchos países para atender la emergencia, pero también estamos ante una tragedia ambiental que requiere atención», advirtió Bárcena en una conferencia de prensa.
Los estados parte del Acuerdo Regional sobre el Acceso a la Información, la Participación Pública y el Acceso a la Justicia en Asuntos Ambientales en América Latina y el Caribe, conocido como Acuerdo de Escazú, celebraron la entrada en vigor del tratado este jueves, fecha en la que se conmemora también el Día Internacional de la Madre Tierra.
Es el primer tratado ambiental de América Latina y el Caribe, y el único en su tipo a nivel mundial en consagrar la protección de los defensores de los derechos humanos en asuntos ambientales.
DESIGUALDAD Y CRISIS
En la conferencia, Bárcena aseguró que el mundo está llegando a superar los «umbrales críticos planetarios».
«Vemos que nuestra región y en particular el Caribe y Centroamérica, son los que más conocen la pesada carga de los desastres naturales; la pandemia nos ha transparentado muy crudamente los problemas estructurales de nuestra región: desigualdad, pobreza, informalidad y un deterioro ambiental creciente», reflexionó.
Sostuvo que la crisis que sufre América Latina, que representa una caída de 7,1 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), será la «peor de su historia» y va a implicar un retroceso de 10 años en el nivel de ingreso de los habitantes.
«El cuidado de la tierra significa que estamos ante la posibilidad de garantizar los derechos a todos los pueblos de nuestra región, necesitamos recuperar la política como instrumento de cambio, para generar pactos duraderos que fortalezcan la democracia participativa», agregó.