La revisión del organismo de Naciones Unidas prevé que las economías de América del Sur crezcan un 1,5%, las de América Central y México un 2,3% y el Caribe un 4,7% (excluyendo Guyana).
La institución ha subrayado que las economías de América Latina y el Caribe enfrentan una coyuntura «compleja» en 2022 debido al conflicto bélico, que ha reavivado la incertidumbre en la economía mundial y está afectando de forma negativa al crecimiento global.
En el ámbito regional latinoamericano, el menor crecimiento esperado se verá acompañado por una mayor inflación y una lenta recuperación del empleo.
Por otro lado, Cepal apunta que el ajuste monetario observado en varias economías ha acentuado el endurecimiento de las condiciones financieras globales, provocando una mayor volatilidad en los mercados financieros. Esto, sumado al aumento a la aversión global al riesgo como resultado del conflicto en Ucrania, ha perjudicado los flujos de capital hacia los mercados emergentes.
El organismo advierte que estas tendencias podrían acentuarse en los próximos meses, en especial si persisten las presiones inflacionarias en las economías desarrolladas, y los bancos centrales de estas economías profundizan políticas monetarias contractivas.