En un nuevo informe, la institución ha señalado que en la actualidad algo más del 8% de la población de Latinoamérica tiene 65 años o más, por debajo del 18% de Europa. Para 2050, se estima que dicha cifra se duplicará hasta alcanzar el 17,5%, y a finales de siglo, superará el 30%.
El economista del banco de desarrollo ha explicado que los pensionistas reciban «un ingreso mínimo suficiente», es uno de los grandes retos que enfrentan estos sistemas, que a su vez deben procurar ser sostenibles en términos financieros.
El estudio calcula que alcanzar una cobertura universal mediante una asignación equivalente al valor actual de las pensiones no contributivas costaría, en promedio, alrededor del 0,24% del PIB regional.
En este sentido, Álvarez ha indicado que para avanzar en reformas de pensiones, son necesarias capacidades en los países para cuantificar, medir y comunicar, así como para lograr un balance entre los incentivos a la creación de empleo formal.