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Coronavirus

América Latina y la posibilidad de tener a la mitad de su población con coronavirus

Según especialistas, a finales de marzo y principios de abril el 50 por ciento de su población podría contraer la variante ómicron del covid-19.

Sars cov2 coronavirus

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Desde que inició el covid-19, América Latina contó con unos meses de anticipación para prepararse ante la pandemia mientras observaba la situación en Europa y EEUU. Sin embargo, no le fue de mucha utilidad y tuvo que sufrir el ser de las regiones más golpeadas por la enfermedad.

Ahora vuelve a encontrarse en situación similar, aunque, cabe esperar, menos dramática: según especialistas, a finales de marzo y principios de abril el 50 por ciento de su población podría contraer la variante ómicron del covid-19, que ya está generando récords de casos diarios en varios países de la región, pese a que en la mayoría de los casos, los elevados niveles de vacunación están evitando un mayor número de internaciones y muertes.

Este pronóstico surge de la estimación que realizó el lunes el jefe de la oficina europea de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Hans Kluge, quien prevé que más de la mitad de la población europea se contagiará con la variante ómicron en las próximas seis u ocho semanas.

«Esta situación que va a pasar en Europa, va a suceder en América Latina, pero de seis a ocho semanas después que en el viejo continente. Nosotros tenemos que dividir la pandemia en dos hemisferios: norte y sur. El hemisferio norte está seis u ocho semanas adelantada en relación a los brotes que se presentan en Latinoamérica. Nosotros tenemos casi que las mismas características inmunológicas, sociales, laborales que el mundo, por lo tanto, muy probablemente lleguemos al 50 por ciento de la población infectada seis u ocho semanas después», dijo a la Agencia Sputnik el médico infectólogo Tomás Mateo Balmelli.

El especialista, profesor de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Asunción y jefe de Infectología del Departamento Oncológico del Hospital de Clínicas de Paraguay, sostuvo que mientras Europa comenzó el brote de ómicron en noviembre, en América Latina comenzó en enero, por lo que esta región está entre cinco o seis semanas atrasada respecto al hemisferio norte.

«Ellos comenzaron antes y terminarán antes. Nosotros estamos recibiendo el brote semanas después de ellos, por eso vamos a tener que transitar lo mismo que están transitando, la subida acelerada, el pico y el descenso», agregó.

Kluge afirmó que los datos recopilados confirman que la variante ómicron está asociada a una mayor transmisibilidad y tiene la capacidad de infectar incluso a los vacunados y los que superaron el coronavirus previamente.

Según el especialista, en los primeros siete días de 2022 Europa registró más de siete millones de nuevos casos del covid-19, lo que revela que la incidencia se duplicó en dos semanas.

La Organización Mundial de la Salud califica de «preocupante» a la variante ómicron, que fue identificada en Sudáfrica a finales de noviembre pasado, y advierte que implica un riesgo global «muy alto».

Detectada en más de un centenar de países, ómicron presenta un elevado número de mutaciones en la proteína de la espícula, lo que podría acarrear un mayor riesgo de reinfección y mayor resistencia a las vacunas existentes.

POSIBLE COLAPSO

Balmelli consideró que la transmisión del virus es mucho más «intensa» que el año pasado porque se retornó a las actividades y hay una «falsa seguridad» por parte de los vacunados, que en general no siguen las medidas sanitarias.

«Hoy en día están liberados todos los espectáculos, hay grandes concurrencias y encima esta variante es mucho más transmisible. Es muy probable que en poco tiempo se infecte mucha gente. Eso hace que la atención médica sea tardía y no sea de alta calidad por la gran cantidad de individuos infectados en poco tiempo. Eso puede saturar los centros sanitarios», advirtió.

Consideró que, ante el colapso, es posible que aumente el número de personas fallecidas a pesar de que se tengan altos porcentajes de vacunación.

«Obviamente que no es un aumento superlativo como pasaba cuando no teníamos protección previa, es decir con vacunas. No creo que lleguemos a los indicadores del año pasado en tasa de mortalidad, pero sí habrá muchos muertos, que más que por el covid-19, se deberá a la falta de respuesta sanitaria de nuestros países», agregó.

¿FIN DE LA PANDEMIA?

Por otro lado, el especialista afirmó que esta posible transmisión masiva de ómicron no significa el fin de la pandemia, pero sí acorta sus tiempos.

«Cuando mucha gente se infecta simultáneamente, puede pasar que el virus siga mutando. No me gustaría hablar con firmeza de un fin de la pandemia, pero sí esto puede acortar el tiempo de pandemia», reflexionó.

Consideró que Latinoamérica está todavía en un momento «álgido», en el que no puede esperar solo por la acción de las vacunas.

«No podemos olvidar que las medidas sanitarias son infalibles para evitar contagiarse con alta carga infecciosa. También va a depender mucho de los sistemas sanitarios, para que todos puedan ser atendidos de forma adecuada para poder reducir las muertes diarias y las secuelas. Estamos ante un nuevo brote, tenemos que seguir vacunándonos pero no podemos olvidarnos de evitar las aglomeraciones», agregó.

El 29 de diciembre, la Organización Panamericana de la Salud advirtió que los casos de covid-19 aumentaron 50 por ciento y las muertes 11 por ciento en la región de las Américas.

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