Este ambicioso proyecto tiene como objetivo establecer armadoras regionales en diferentes puntos del país, lo que permitirá proveer vehículos eléctricos a bajo costo, diseñados con una marcada identidad cultural mexicana.
Roberto Capuano, coordinador del proyecto de minivehículos, explicó en una presentación del próximo lanzamiento en Palacio Nacional, sede del Ejecutivo, que «el diseño del logotipo refleja esta visión de movilidad sustentable: el objetivo central de garantizar movilidad sin emisiones y fomentar el transporte sustentable».
En esa exposición fue presentado el logotipo de Olinia, durante un evento encabezado por la presidenta Claudia Sheinbaum la semana pasada, quien dijo que el vehículo «representa un avance significativo hacia una movilidad urbana segura, eficiente y accesible para millones de mexicanos y mexicanas».
Después del lanzamiento de los primeros modelos en el marco de las fiestas patrias por la independencia del mes próximo, la primera flotilla piloto de Olinia se prevé para el año siguiente, considerado como un paso clave en la transición hacia una «movilidad limpia y asequible» en el país norteamericano.
SÍMBOLO NACIONAL
El proyecto está coordinado por la secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación, y es desarrollado por el Instituto Politécnico Nacional (IPN) junto con el Tecnológico de México.
«Se trata de minivehículos eléctricos, seguros y con componentes mayormente mexicanos, que no emitirán gases de efecto invernadero y tendrán un gasto de operación considerablemente menor al de un vehículo de gasolina», explicó Capuano.
Se diseñarán tres modalidades de minivehículos: movilidad personal, movilidad de barrio y movilidad para entregas de última milla. Los precios estimados oscilarán entre unos 4.500 y 7.500 dólares, según el modelo.
Las autoridades federales han planteado como objetivo primordial ofrecer una opción de movilidad urbana segura, sustentable y al alcance de millones de mexicanos y mexicanas.
«Este auto pequeño debe tener la característica de ser seguro, ser eléctrico, que se pueda conectar en cualquier enchufe y que la mayoría de sus componentes sean mexicanos. Entonces, poco a poco ir construyendo esta cadena de producción», dijo la presidenta, quien tiene un posgrado en Energía y un doctorado en Ingeniería Ambiental.
La inversión inicial en este año 2025 es de poco más de un millón de dólares.
DOS MODELOS DE OLINIA
Desde sus inicios a principios de este año, Olinia ha tenido una misión clara: ofrecer movilidad sin emisiones para millones de mexicanos.
Capuano explicó que la necesidad más urgente se encuentra en la llamada «movilidad primera y última milla, de trayectos cortos pero vitales que millones de personas realizan diariamente».
El vehículo permitirá a las familias llevar a sus hijos a la escuela, hacer mandados o conectar con vías principales de transporte.
«Debido a que estos viajes a menudo dependen de soluciones improvisadas y poco seguras, el equipo de ingeniería y diseño se sumergió en la realidad mexicana, viajando en mototaxis y conversando con conductores, usuarios y dueños de flotillas en múltiples ciudades», explicó el coordinador.
Para trazar los modelos, los diseñadores documentaron las largas jornadas laborales, frustraciones por la inseguridad y falta de formalidad.
«Pero también constataron el ingenio y la tenacidad de quienes dependen de estos medios para ganarse la vida», prosiguió.
Este «enfoque empático» ha llevado a diseñar una plataforma vehicular modular que soporta dos herramientas principales.
En primer lugar, un vehículo de transporte de pasajeros que sea «una alternativa real y segura al mototaxi, ofreciendo comodidad, amplitud y adaptándose a una variedad de usos con costos competitivos».
El segundo es un vehículo comercial, «orientado al reparto urbano, que facilite la logística de pequeños comercios y empresas de mensajería para acceder hasta zonas difíciles con mayor rentabilidad».
Las personas que trabajan para plataformas de reparto de mercancías en trayectos cortos podrían beneficiarse de este modelo.
La industria automotriz mexicana ha crecido y consolidado talento tanto en la academia como en el sector productivo, lo que ha generado gran expectativa en el proyecto.
Capuano explicó además que la nueva armadora mexicana ha tenido «apoyo entusiasta de clústeres automotrices y empresas nacionales que reconocen las capacidades mexicanas para fabricar y diseñar componentes de alta calidad».
ORGULLO PREHISPÁNICO
Olinia se plantea ser un orgullo nacional al reflejar el talento y la cultura mexicana, con posibilidades de expandirse hacia mercados internacionales.
El nombre de la marca deriva de «Olín», palabra en lengua prehispánica náhuatl que significa movimiento, para evocar el propósito de crear tecnología para mover a los mexicanos, con un mensaje de orgullo por su herencia cultural.
El emblema de la armadora es un «alebrije», que es un tipo de artesanía de madera para elaborar animales fantásticos multicolores, surgidos de la imaginación de los artistas populares del sureño estado de Oaxaca, y representará una liebre.
El logotipo fue diseñado para comunicar el equilibrio entre «precisión técnica con calidez humana», en la que será la firma comercial de la promesa tecnológica propia.
«Simboliza inteligencia práctica, adaptabilidad y aprovechamiento eficiente de la energía. Su dinamismo refleja la fuerza de México, con alas que representan la libertad y la capacidad de trascender obstáculos», explica Capuano.
La figura de una liebre alada también es un guiño al águila azteca del escudo mexicano.
«Pero tendrá un vuelo innovador propio, que certificará la calidad y autenticidad de los vehículos Olinia», asegura.
El equipo del desarrollo tecnológico de Olinia involucra a un grupo multidisciplinario con talento surgido del Tecnológico Nacional de México, el IPN, y la Universidad Nacional Autónoma de México y centros públicos de investigación.
En total, los ingenieros desarrolladores de los modelos de movilidad eléctrica suman más de 70 personas provenientes de 17 estados del país, que abarcan la mitad de las entidades del territorio nacional.
LA FABRICACIÓN
Arturo Reyes Sandoval, director general del Instituto Politécnico Nacional, expresó durante la presentación del logotipo, la semana pasada, el orgullo institucional por participar en este proyecto transformador.
«En septiembre próximo dará un primer paso para posicionar a México como líder en innovación y movilidad eléctrica», anunció.
Recordó que hace casi 50 años el IPN implementó la primera conversión de auto a eléctrico en el país latinoamericano, y ahora aporta su experiencia en diseño exterior, interior y desarrollo de sistemas integrados para el «control, operación y monitoreo del vehículo».
La institución también desarrolla infraestructura y equipos para la construcción y prueba de componentes, junto con el diseño del cargador del vehículo y la implementación de un sistema integral de control de calidad en todos los procesos.
De las 82 personas involucradas en el proyecto a nivel nacional, 33 pertenecen al IPN, incluyendo investigadores y estudiantes de excelencia en posgrado.
A partir de esta semana, el instituto ofrece una especialidad en vehículos híbridos y eléctricos, generando un semillero de talento para el sector, desde el 18 de agosto.
Paralelamente, expertos de Olinia han visitado mercados asiáticos para explorar proveedores y establecer alianzas estratégicas.
El instituto también se encarga del análisis de mercado y el plan de negocios, con un avance del 90 por ciento que permitirá definir tamaño y localización del mercado, así como la logística para plantas armadoras, identificando ubicaciones estratégicas y la disponibilidad de mano de obra calificada.
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