«En la primera quincena de agosto de 2025, el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) registró un nivel de 140.800: disminuyó 0,02 por ciento respecto a la quincena anterior. Con este resultado, la inflación general anual se ubicó en 3,49 por ciento», indica el informe quincenal del organismo autónomo.
A tasa anual, la inflación desacelera con respecto al 3,51 por ciento reportado en julio.
«En el mismo periodo de 2024, la inflación quincenal fue de -0,03 por ciento y la anual, de 5,16 por ciento», según la comparación del instituto.
El indicador acumula tres quincenas consecutivas por debajo del cuatro por ciento, es decir, dentro de la meta de las autoridades monetarias y financieras, que es de tres por ciento (+/- uno por ciento).
El INPC mide el cambio periódico promedio en los precios de los productos de una canasta de bienes y servicios representativa del consumo de los hogares en el país.
El índice de precios subyacente, que excluye bienes y servicios con precios más volátiles o que no responden a condiciones de mercado, incrementó 0,09 por ciento a tasa quincenal.
Al interior de ese subindicador, «los precios de las mercancías subieron 0,09 por ciento y los de servicios, 0,10 por ciento», detalla el informe.
El resultado dentro de las metas del banco central, podría permitir una reducción de su tasa de interés de referencia en la próxima decisión de política monetaria, según un análisis de los resultados elaborado por el Grupo Financiero Banco Base.
«En este contexto, sería prudente que el Banco de México pause su ciclo de recortes en la tasa de interés, pues la menor inflación proviene principalmente del componente no subyacente, mientras que la inflación subyacente aún se ubica por encima del cuatro por ciento», dice el comentario enviado a los mercados financieros.
Además, la institución privada considera que existen otros factores que podrían presionar al alza la inflación.
Entre esos factores inflacionarios, el grupo financiero señala «el ajuste de las tarifas de energía eléctrica en octubre y noviembre, la depreciación usual del peso por factores estacionales a partir de agosto y por la posibilidad de mayor aversión al riesgo sobre México por la política proteccionista de EEUU».
Banco Base considera también posible que la actividad de la economía mexicana muestra un ligero repunte, lo que presionará aún más al alza los precios.
«Con todo esto, se espera que la inflación cierre el año en una tasa anual de 4,1 por ciento», según el pronóstico de la institución privada publicada después del resultado oficial.
El Inegi informó este mismo viernes que la economía mexicana creció 0,6 por ciento en el segundo trimestre de este año, y avanzó 1,2 por ciento interanual, con lo cual se aleja del estancamiento y los riesgos de una recesión.