El Banco ha enmarcado su decisión en las crecientes presiones inflacionistas, que si bien considera transitorias, han tenido un impacto en un amplio tipo de productos con una magnitud «considerable».
«Por ello se consideró necesario seguir reforzando la postura monetaria, ajustándola a la trayectoria que se requiere para que la inflación converja a su meta de 3% dentro del horizonte de pronóstico», ha explicado el organismo.
La inflación interanual e interanual subyacente alcanzó un nivel del 6,24% y del 5,19% en octubre, respectivamente. Las expectativas de inflación general y subyacente para 2021, los próximo 12 meses y 2022 han vuelto a incrementarse en este contexto, mientras que las proyecciones a largo plazo se han mantenido estables en niveles superiores a la meta.
Por otra parte, Banxico observa que la actividad económica mundial continúa recuperándose durante el tercer trimestre, aunque a un ritmo menos acelerado y con heterogeneidad entre países por la evolución de la pandemia y los estímulos de gasto. Entre los riesgos mundiales siguen destacando los asociados a la pandemia, las presiones derivadas de la inflación y los ajustes a las condiciones monetarios y financieras.
En lo que respecta a México, la actividad económica se contrajo en el tercer trimestre, aunque se espera que retome su recuperación a partir del cuarto trimestre. «Se mantiene un entorno incierto y se prevén condiciones de holgura, con marcadas diferencias entre sectores», añade Banxico.