La Bolsa de Sao Paulo cayó este lunes más de 12%, un máximo desde 1998, y las acciones de Petrobras sufrieron un derrumbe de más de 31%, en un marco de debacle mundial por la crisis del nuevo coronavirus y de hundimiento de los precios del petróleo.
El índice Ibovespa, que por la mañana interrumpió media hora sus operaciones al registrar una caída de 10%, no consiguió frenar la tendencia y cerró con una pérdida de 12,17%, a 86.067 puntos, pasando por primera vez por debajo de los 90.000 puntos desde mayo de 2019.
Se trata de la mayor caída en porcentaje de la principal bolsa latinoamericana desde el 10 de septiembre de 1998, cuando había perdido 15,83% debido a la moratoria de la deuda rusa.
Las acciones de Petrobras lideraron las pérdidas: los papeles preferenciales de la petrolera controlada por el Estado se despeñaron 29,70% y los ordinarios 29,68%.
El petróleo sufrió este lunes una caída de cerca del 25%, la más importante desde la Guerra del Golfo de 1991, a consecuencia de la decisión de Arabia Saudita de rebajar drásticamente sus precios tras el fracaso la semana pasada de sus negociaciones con Rusia para contener la caída de precios.
La crisis mundial desencadenada por la epidemia de nuevo coronavirus golpea con fuerza a los exportadores de materias primas. La siderúrgica CSNA perdió 25,29%, Gerdau cayó 17,76% y Vale 15.20%.
También están en primera línea el sector de las ventas minoristas, con una debacle de 17,95% de la cadena de ventas Via Varejo, y del sector aéreo, con una caída de más de 17% de las aerolíneas Gol y Azul.
El real prosiguió por su lado su descenso a mínimos históricos frente al dólar, que llegó a rozar los 4,80 reales, antes de cerrar en 4,727, con una depreciación de 2% frente al cierre del viernes.
El dólar superó la barrera de los 4,30 reales por primera vez el 7 de febrero y desde entonces quiebra casi a diario un nuevo récord.
El gobierno y los mercados
El ministro de Economía, Paulo Guedes, aseguró que el gobierno enfrenta la situación con serenidad y reafirmó su determinación a aplicar su programa de control de gastos y privatizaciones para dar impulso al país.
«Estamos totalmente tranquilos y confiados en que la democracia va a reaccionar trasformando esta crisis en un avance de las reformas», declaró.
Pero esa convicción no parece haber llegado aún a los mercados.
«El escenario permanecerá volátil, cada día es más difícil prever el comportamiento del mercado, con riesgos por todas partes: el coronavirus avanza en Occidente, ya tenemos malas noticias en el área económica en Brasil y estamos empezando a ver el impacto en las economías occidentales», dijo Henrique Esteter, de la consultora Guide Investimentos.
«Los economistas no saben exactamente cómo medir el impacto real, ni el de ahora ni el del futuro, de este virus. Eso termina por aumentar la ansiedad y la incertidumbre respecto a las proyecciones económicas», destacó por su lado Thomaz Favaro, de Control Risks.
La economía brasileña creció apenas 1,1% en 2019, el primer año del gobierno del presidente ultraderechista Jair Bolsonaro, por debajo del 1,3% de los dos años anteriores, sin conseguir despegar después de la recesión de 2015-2016.
El gobierno preveía para este año un aumento del PIB de 2,4%, pero ya admitió que rebajaría esa proyección, debido a la crisis del coronavirus. El mercado por su parte ya rebajó la suya, a 1,9%.