Latinoamérica, ante su momento: CEIB pide reformar el multilateralismo y activar el comercio intrarregional

Las mipymes —99% del tejido y 67% del empleo— reclaman crédito, logística y menos trámites; la integración regional sigue rezagada.

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En la Cumbre Internacional de Bogotá y Cundinamarca, Narciso Casado (CEOE-CEIB) defendió que “es el momento de América Latina” y que la respuesta pasa por reformar el multilateralismo, reactivar la inversión y derribar barreras que frenan a las mipymes. El bajo comercio intrarregional y los costes logísticos siguen limitando el potencial exportador.

Con un tejido empresarial dominado por micro, pequeñas y medianas empresas, la región encara un escenario de incertidumbre y fragmentación global que exige reglas claras, seguridad jurídica y una agenda de integración más ambiciosa. Casado llamó a reformar, no destruir, y a convertir a las organizaciones empresariales en catalizadores de inversión y de la internacionalización.

Multilateralismo con reformas: inversión y seguridad jurídica

Casado subrayó que la fragmentación del comercio internacional hace imprescindible un multilateralismo eficaz y predecible para atraer inversión y recuperar dinamismo. El mensaje: reforzar marcos regulatorios, simplificar normativas y acelerar proyectos de infraestructura que reduzcan cuellos de botella.

Un compromiso estable y verificable con la inversión multiplica el efecto de arrastre sobre empleo y productividad

La hoja de ruta que defendió el secretario permanente del CEIB prioriza el impulso del capital humano, la transformación digital y la cooperación público-privada para proyectos tractores.

Radiografía rápida

América Latina Referencia comparada
Peso de las mipymes en el tejido 99%
Empleo que concentran las mipymes 67%
Comercio intrarregional (2024) 13% Europa 66% • Asia 59%
IED recibida (2024) 188.962 millones de dólares +7,1% interanual

Mipymes: motor de empleo con barreras persistentes

Las mipymes son el núcleo productivo y laboral de la región, pero solo una minoría exporta de forma regular. Persisten trabas: exceso regulatorio, trámites costosos, logística cara y acceso limitado a crédito competitivo. De ahí que CEIB y las patronales iberoamericanas pongan el foco en instrumentos financieros específicos, ventanillas únicas y estándares comunes que faciliten la internacionalización.

Reducir costes de cumplimiento y tiempos de despacho puede marcar la diferencia entre vender dentro o fuera de la región

Comercio intrarregional: la palanca pendiente

El intercambio dentro de América Latina se mantiene en niveles bajos frente a otras regiones, lo que limita economías de escala y la creación de cadenas de valor. Mejorar conectividad, armonizar normas y facilitar certificaciones es clave para que más empresas —en especial mipymes— se conviertan en exportadoras regulares.

Un mercado regional más denso es el atajo para ganar productividad y resiliencia ante shocks externos

El papel de las organizaciones empresariales

Casado reivindicó la función de CEIB y las organizaciones gremiales como puente entre empresas y administraciones: detectar barreras que frenan la inversión, acompañar a las mipymes en su expansión y proponer reformas que devuelvan tracción a la integración. Iniciativas como el Compromiso con la Inversión apuntan a remover obstáculos y alinear incentivos para que los proyectos crucen la puerta de salida.

La región tiene talento, base empresarial y oportunidades —energía, alimentos, servicios digitales, nearshoring—. El reto es convertirlas en exportaciones y empleo con reglas claras, infraestructura interoperable y una integración que deje de ser promesa. Es el momento de América Latina si la agenda de reformas se traduce en contratos, más comercio dentro de la región y una inversión que no solo llegue, sino que se quede.

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