Esta revisión a la baja refleja el enfriamiento de la economía global, la persistente inflación y la limitada capacidad fiscal de los gobiernos latinoamericanos.
La desaceleración económica se consolida en la región
La Cepal, organismo dependiente de las Naciones Unidas, publicó este martes una nueva estimación del crecimiento económico regional que confirma la tendencia de desaceleración observada desde mediados de 2023. El crecimiento promedio estimado para 2025 se sitúa en un modesto 2%, una cifra inferior en cuatro décimas a la previsión de diciembre de 2024.
El informe detalla importantes divergencias por subregiones, siendo el Caribe la más afectada por esta revisión: su crecimiento proyectado cae del 2,6% al 1,8%, una reducción significativa de 8 décimas.
«La región enfrenta un contexto internacional complejo, con alta incertidumbre y menor dinamismo económico a nivel global», señala el comunicado del organismo
América Central y México: fuerte corrección a la baja
Para América Central y México, la Cepal estima ahora un crecimiento de solo 1% para este año, 7 décimas menos que lo previsto en diciembre. Este ajuste responde a factores como el menor dinamismo en las remesas, una desaceleración en EEUU —principal socio comercial de muchos de estos países— y restricciones fiscales que limitan el gasto público.
América del Sur, por su parte, muestra una mejor perspectiva relativa, aunque también con un ligero ajuste: el crecimiento estimado del PIB en 2025 será del 2,5%, apenas una décima por debajo de lo previsto previamente.
Perspectivas limitadas por factores estructurales
La Cepal advierte que las condiciones estructurales que frenan el crecimiento en la región no se han resuelto. Entre ellas, destacan la baja inversión productiva, la dependencia de sectores primarios, y las restricciones presupuestarias que impiden respuestas contracíclicas efectivas ante choques externos.
América Latina crecerá solo un 2% en 2025 según la Cepal, con fuertes revisiones a la baja en el Caribe y América Central
El informe añade que para fortalecer el crecimiento futuro se requieren políticas públicas orientadas a mejorar la productividad, diversificar las economías y fomentar la inversión pública y privada.