El Instituto de Estudios Para el Desarrollo y la Paz (Indepaz) ha denunciado este sábado el asesinato de 13 líderes sociales y defensores de Derechos Humanos en Colombia en lo que va de año y ha criticado la posición del Gobierno en este asunto. En un informe elaborado por la ONG, se muestra que el líder Carlos Cardona de Ituango fue asesinado el 2 de enero en Antioquia; además de Cristian David Caicedo de Guapi en Cauca el 3 de enero; Gloria Ocampo de Puerto Guzmán en Putumayo y Virginia Silva Paez en Cauca el 7 de enero; Carlos Alonso Quintero de Puerto Guzmán (Putumayo) el 8 de enero y Emilio Campaña ese mismo día.
Más recientemente, ha reportado el asesinato el 8 de enero de Mireya Hernández Guevara en Huila y de Óscar Quintero en Puerto Guzmán; Anuar Rojas Isaramá en Nuquí en Chocó un día más tarde y Gentil Hernandez en esa misma población.
El pasado viernes, ha indicado que fue asesinada la líder Amparo Guegía, junto a su hijo en Cauca. En esa misma fecha, ha reportado también el asesinato de Juan Pablo Guejia. A ellos, se suma según la organización el asesinato de un excombatiente de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), según ha recogido la cadena colombiana la FM.
En este sentido, el director de Indepaz, Camilo González, ha sostenido que esta realidad es «contradictoria» con la cifra que manejó el presidente de Colombia, Iván Duque, que habló de una disminución del 25 por ciento en los crímenes realizados contra líderes sociales en el país.
«La situación es grave en Tumaco, Cauca, Huila, Chocó y Antioquia, allí hay amenazas graves. El Gobierno tiene unas cifras que no son claras y no cuadran, creo que han informado mal al presidente», ha afirmado.
Además, González ha destacado que la situación es «delicada» y que los remedios «no están sirviendo» ya que se está dando un «tratamiento de guerra y no de paz para las comunidades».
El consejero presidencial para los Derechos Humanos y los Asuntos Internacionales, Francisco Barbosa, afirmó que las autoridades detectaron que los asesinatos de líderes obedecían a diferentes factores. «Aquí no hay una política de exterminio o una política sistemática. Aquí lo que existen son razones diversas que se producen en contra de nuestros líderes sociales, atadas a fenómenos de delincuencia», explicó Barbosa.