Dicha decisión se ha tomado teniendo en cuenta la inflación del país, que en octubre aumentó «de manera significativa» después de subir moderadamente en los últimos meses. Además, el banco ha destacado que la actividad económica mantiene «su dinamismo», lo que permite endurecer la política monetaria.
En este contexto, el Banco de Guatemala ha reafirmado su compromiso de que tanto los niveles de inflación como las expectativas de inflación de corto plazo converjan gradualmente a la meta, para lo cual seguirá adoptando «las medidas que sean necesarias».
«La Junta Monetaria continuará dando seguimiento cercano a la evolución de los principales indicadores económicos, tanto externos como internos, que puedan seguir afectando el nivel general de precios y, por ende, las expectativas de inflación», ha explicado.