«Hoy aceptamos con mucha humildad esta victoria que nos ha dado el pueblo de Guatemala», expresó Arévalo junto a su compañera de fórmula, Karin Herrera, en un mensaje al término de la segunda vuelta electoral.
Arévalo obtuvo 59 por ciento de los votos, contra 35,9 por ciento de Torres.
El presidente electo agradeció en nombre de su agrupación a cada uno de los ciudadanos que hicieron un esfuerzo para salir de casa a emitir el voto, «independientemente de la opción que hayan elegido», remarcó.
El actual mandatario, Alejandro Giammattei, felicitó el domingo al triunfador y lo invitó a iniciar la transición del mandato al día siguiente de la oficialización del resultado.
CARRERA DE OBSTÁCULOS
Para sorpresa de muchos, Arévalo había conseguido el 11,77 por ciento de los votos válidos en la primera vuelta de los comicios, el 25 de junio, superando a favoritos como el exdiplomático Edmont Mulet, del partido Cabal; el candidato oficialista Manuel Conde (Vamos); y Zury Ríos, de la coalición derechista Valor-Unionista e hija del exdictador Efraín Ríos Montt (1982-1983).
Varias de las fuerzas derrotadas cuestionaron los resultados preliminares de esa jornada, e incluso un juzgado local ordenó al Tribunal Supremo Electoral (TSE) realizar un nuevo escrutinio, como antesala de la crisis desatada cuando el Ministerio Público anunció una investigación contra Semilla por presunta falsificación de documentos para su constitución.
Las alarmas se dispararon después que la Fiscalía Especial Contra la Impunidad (FECI) solicitó el retiro de la personería jurídica de Semilla, pedido avalado por el juez Freddy Orellana, aunque la Corte de Constitucionalidad amparó a la formación de Arévalo y le permitió disputar el balotaje.
El exdiplomático y diputado criticó reiteradamente la persecución y hostigamiento a su agrupación, que sufrió desde campañas sucias hasta arremetidas de sectores que tergiversaron las propuestas de Semilla con un discurso ultraconservador.
Sin embargo, Arévalo sorteó los ataques con una narrativa más centrada en reiterar sus propuestas concretas para transformar el país, lo que, en su opinión, propició el resultado en las urnas
«Creemos que el electorado estaba harto, cansado del sistema político cooptado y buscaba una alternativa decente y creíble», explicó Arévalo a los medios que intentaban descifrar cómo avanzaba al balotaje un aspirante que no salía como favorito en ninguna encuesta previa.
EL «TÍO BERNIE»
Apodado el «Tío Bernie» en alusión al senador estadounidense Bernie Sanders, por su lucha por la justicia social, el sociólogo de profesión llegó con el aval de ser hijo de quien muchos aún consideran aquí el mejor presidente que ha tenido la nación, Juan José Arévalo (1945-1951).
César Bernardo Arévalo de León nació en Montevideo, Uruguay, donde su padre vivía exiliado, y vino a Guatemala recién a los 15 años.
Tras una fructífera carrera académica y diplomática, se involucró en el Movimiento Semilla, colectivo de fuerte impronta social, que incluye a académicos, intelectuales, politólogos, ingenieros y emprendedores, a la cual representó en tres legislaturas consecutivas, incluso como jefe de bancada.
A sus 64 años, Arévalo es conocido en el Congreso legislativo por su labor contra la corrupción, y que dio origen a Semilla en las movilizaciones populares de hace una década.
Si bien ningún sondeo lo daba como favorito para siquiera quedar entre los cinco primeros, arrasó en las áreas urbanas, particularmente en Ciudad de Guatemala, que concentra casi la cuarta parte del electorado total.
PROYECTO SOCIAL
Su agenda está centrada en las ciencias políticas, el ambiente y la economía sostenible.
Sus propuestas de campaña se enfocaron en programas para erradicar la pobreza, potenciar una educación inclusiva y de calidad, generar empleos dignos, y enfrentar de manera integral los que, en su opinión, son los grandes desafíos para Guatemala: la inseguridad, la corrupción y la desigualdad.
Prometió 10 medidas presidenciales para combatir la corrupción, incluyendo la creación de un gabinete coordinado por la vicepresidencia, y que tendrá como objetivo detectar irregularidades en el Ejecutivo.
Además, anunció una serie de acciones para los primeros 100 días de su gobierno destinadas a rescatar la economía, la construcción de una administración «presente» y frenar la delincuencia.
El ganador del balotaje tiene previsto asumir como presidente el 14 de enero de 2024, iniciando un mandato de cuatro años.