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La elaboración de ice rolls y bubble waffles, un negocio que sube como las burbujas, de LLOOLY conquista el mercado

A día de hoy, España es el tercer país de todo el mundo en consumo anual de helado. El gran número de personas que aman este postre ha hecho que algunos se interesen en aprovechar un negocio que sube como las burbujas.

Ahora bien, entre la gran variedad de helados disponibles en el país, uno de los más populares durante los últimos años ha sido el ice roll o rollo de helado y el bubble waffle o gofre con burbujas rellenas de sabores. LLOOLY ha sido la primera empresa en traer estos productos y ahora ofrece una oportunidad única para franquiciarse con su equipo.

Un postre que nunca pasa de moda

Los helados son postres muy populares y esta es la razón por la que montar un negocio especializado en este dulce puede ser una buena forma de obtener rentabilidad. A pesar de que en España existe un considerable porcentaje de personas que aman el helado, no hay mucha variedad. No obstante, desde hace pocos años, las variantes de ice roll y bubble waffle han revolucionado el sector de la mano de empresas como LLOOLY.

Esta compañía ha sido la primera en traer estos helados a España y su negocio ha experimentado un éxito notable, lo que ha llevado a la marca a expandirse y a contar, hoy en día, con 12 centros abiertos. Además, están previstas 3 nuevas aperturas de LLOOLY antes de fin de año en Torrejón de Ardoz, Sevilla.

Un negocio que sube como las burbujas

LLOOLY ha conquistado el mercado con sus máquinas de patente alemana y con la elaboración de sus propias masas, mediante una fórmula única que destaca por su calidad y sabor. Los helados en rollos se hacen al minuto sobre una plancha fría a 20 grados bajo 0 y los gofres con burbujas rellenas de sabores se pueden personalizar con toppings, obteniendo un postre único y diferente para cada consumidor. Además, estos dulces no tienen azúcares añadidos y la heladería dispone de opciones veganas.

Actualmente, la empresa maneja un sistema de franquicias que permite a cualquier persona aprovechar el auge de este negocio y ser dueña de su propia empresa. El franquiciado contará con la ayuda y asesoría de un equipo de profesionales jóvenes y dinámicos, orientados 100% al cliente, y con la materia prima elaborada por la marca. Asimismo, la inversión es escasa, desde 19.900€, y el tamaño mínimo del local es de 8 metros cuadrados.

En otras palabras, LLOOLY ofrece la posibilidad de tener un negocio rentable todo el año, vender un producto exclusivo y facturar más que otros competidores españoles. Franquiciarse con LLOOLY significa formar parte de la revolución y obtener un negocio propio de helados saludables, deliciosos y populares que proporcionan momentos de felicidad a los clientes.

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