En la marcha, que tiene como destino la plaza Morazán, ubicada en el Centro Histórico de la capital salvadoreña, los manifestantes han motrado su desaprobación a la concentración de poder en el Ejecutivo salvadoreño y a medidas adoptadas recientemente, como el uso del bitcóin como moneda de curso legal en el país o la destitución de jueces.
De forma paralela, recoge la prensa salvadoreña, los ciudadanos, entre los que figuran miembros de la sociedad civil, veteranos de guerra, organizaciones estudiantiles, colectivos feministas, jueces y miembros de comunidades indígenas, exigen una «restauración» del orden democrático y del Estado de Derecho en el país centroamericano.
«Fuera la dictadura de Bukele», «El Salvador dice no a las reformas constitucionales», «Si hay imposición habrá revolución» o «No queremos bitcóin» son algunos de los lemas que pueden leerse en las pancartas que portan los salvadoreños.
Por el momento no se ha informado de incidentes de gravedad, aunque a primera hora algunos manifestantes han denunciado «bloqueos» por parte de las autoridades, informa el diario ‘El Salvador’.
También en una de las marchas, que ha salido desde la entrada principal de la Universidad de El Salvador (UES), se ha infiltrado un grupo de hombres armados con bates y encapuchados que se han negado a identificarse y han incendiado una moto. Las feministas les han impedido el paso y el grupo se ha disuelto momentos después, ha informado el diario ‘La Prensa Gráfica’.
Bukele ha levantado polémica y críticas recientemente, tanto en El Salvador como entre la comunidad internacional. La Asamblea Legislativa, afín al mandatario, destituyó a jueces de la Sala de lo Constitucional del Tribunal Supremo nada más tomar posesión, un movimiento interpretado como un paso hacia el autoritarismo.
A la polémica aprobación del bitcóin como moneda de curso legal se suman otras medidas adoptadas recientemente, como la aprobación por parte de la Asamblea de una batería de reformas de la Ley de Carrera Judicial que, entre otros aspectos, significará la expulsión de más de 150 jueces.
Diputados de la oposición, juristas y defensores de la democracia criticaron el movimiento, señalando que se trata de un «tiro de gracia» o «golpe mortal» a la independencia del poder judicial en El Salvador. Además, señalaron que lo aprobado busca garantizar al oficialismo sus propios jueces.