El presidente de EEUU anunció que el Ejército intervendrá en Portland para salvaguardar las sedes del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE), que describió como “asediadas por antifas y terroristas domésticos”. En un mensaje en Truth Social, Trump aseguró que ha dado órdenes de emplear todos los medios necesarios para recuperar el control.
Este paso supone un salto en su campaña nacional de “ley y orden”. Hasta ahora se habían desplegado fuerzas de la Guardia Nacional en otras ciudades, pero nunca se había hablado de “fuerza total”.
El mandatario ya había advertido de una situación de “anarquía” en la ciudad, a la que acusó de tolerar ataques contra edificios federales.
Trump vincula la violencia en Portland con “grupos extremistas de izquierda” y acusa a las autoridades locales de inacción
Reacciones locales y críticas políticas
El alcalde de Portland, Keith Wilson, respondió que la cifra de militares que necesita la ciudad es “cero”, reclamando en su lugar apoyo “constructivo”. En la misma línea, los senadores demócratas Jeff Merkley y Ron Wyden denunciaron que Trump busca provocar un conflicto con fines políticos y apelaron a mantener la calma.
El debate ha puesto en el centro la tensión entre el Gobierno federal y las autoridades estatales y locales. Portland, gobernada por el Partido Demócrata, se ha convertido en objetivo habitual de las críticas de Trump.
Las reacciones subrayan la polarización del país y la visión opuesta sobre cómo responder a la violencia urbana
Argumentos del Gobierno federal
Desde el Departamento de Seguridad Interior, Tricia McLaughlin defendió la orden presidencial. Alegó que tras semanas de disturbios y agresiones a las fuerzas de seguridad, era necesario “restablecer la ley”. Según sus datos, ya se han detenido a decenas de extremistas vinculados a ataques contra instalaciones del ICE en varias ciudades.
McLaughlin insistió en que el Gobierno “no permitirá que terroristas domésticos impidan su misión de proteger a Estados Unidos”.
El marco legal y la Posse Comitatus
El anuncio reabre el debate sobre la legalidad de estas medidas. La Ley Posse Comitatus, vigente desde 1878, limita el uso del Ejército en tareas de seguridad interna, salvo en casos excepcionales bajo la Ley de Insurrección.
La utilización de tropas regulares en Portland podría enfrentar demandas judiciales, como ya ocurrió en California, donde un juez bloqueó una medida similar.
Los expertos advierten que este despliegue puede abrir un choque constitucional de primer orden
La orden de Trump convierte a Portland en el nuevo escenario de confrontación entre la Casa Blanca y las autoridades demócratas. La decisión, que invoca el uso de la “fuerza total”, marca un giro más duro en su política de seguridad interior y abre un pulso legal y político de consecuencias inciertas.