«Condenamos la aplicación de medidas coercitivas ilegales y unilaterales contra Nicaragua y su pueblo por parte de EEUU y la Unión Europea, así como condenamos sus genocidas bloqueos económicos a nuestros hermanos países y pueblos de Cuba y Venezuela», afirmaron los delegados de los grupos de solidaridad que se encuentra en Managua.
Los dirigentes de las plataformas disidentes del sistema capitalista de Norteamérica emitieron la proclama en la capital de Nicaragua, donde se encuentran como invitados, tras participar en la toma de posesión del presidente Daniel Ortega el lunes, día en que EEUU y la Unión Europea impusieron nuevas sanciones contra el Gobierno sandinista.
«Exigimos el cese de tan ilícitas políticas antidemocráticas y anti humanitarias contra Nicaragua y contra nuestros hermanos países y pueblos de América Latina y el Caribe y del resto del mundo. EEUU ha intervenido en Nicaragua durante más de un siglo y nunca ha aceptado la Revolución Sandinista y su líder», señalaron los activistas norteamericanos.
Para Daniel Kovalik, profesor de Derechos Humanos en EEUU, Washington está prolongando la misma injerencia y el expansionismo que practicó el filibustero William Walker en Nicaragua y otros países de Latinoamérica en el siglo XIX.
«EEUU está acusando a Nicaragua de ser un Gobierno autoritario, ¡es mentira!, EEUU por más de 150 años ha intentado dominar Nicaragua, William Walker la invadió y con el apoyo del Congreso americano se hizo presidente de Nicaragua para establecer la esclavitud», señaló Kovalik.
Reconoció que la administración Ortega ha desarrollado una estrategia progresista de restitución de derechos para la población nicaragüense y de inversión social para los más desfavorecidos, lo que lo llevó a ganar las elecciones del 7 de noviembre con el 76 por ciento de respaldo en las urnas.
«¿Quieren saber por qué los sandinistas ganaron las elecciones?», se preguntó Kovalik, «sólo tienen que hablar con la gente pobre. La gente pobre ha recibido beneficios magníficos gracias a 12 o 13 años de Gobierno sandinista, hay muchas cosas que hacer, pero (la administración sandinista) ha reducido la pobreza por la mitad, el 50 por ciento».
En la conferencia intervino Fred Morris, norteamericano defensor de los derechos humanos, quién señaló que la campaña de EEUU y sus aliados contra Nicaragua y otros países es la extensión de la política destructiva concebida hace más de un siglo bajo la idea de la Doctrina Monroe.
«Hoy EEUU continúa con su política destructiva, porque nunca aprendió la diplomacia, sólo conoce la fuerza bruta o la amenaza, o políticas como las sanciones que sólo hace sufrir a los pueblos», explicó Morris.
En su comunicado, los estadounidenses amigos de Nicaragua felicitaron la decisión del país centroamericano por el restablecimiento de relaciones con la República Popular China así como la alianza del Gobierno de Ortega con Cuba, Venezuela, la República Islámica de Irán, la Federación Rusa y naciones de África y Asia.