Después de saber que sus compañeros de formación la expulsaban de su puesto como presidenta de la Conferencia Republicana en la Cámara de Representantes, Cheney ha concedido una entrevista para la cadena NBC, en la que ha aseverado que sigue «sin entender» por qué en el partido mantienen su apoyo a un expresidente «que lanzó ese ataque» contra las instituciones.
«Creo que el pueblo estadounidense tiene derecho a saber. Cualquier presidente que hizo lo que sabemos que hizo este expresidente tiene que ser investigado penalmente», ha dicho Cheney, quien ha recalcado cómo «en el transcurso de los últimos meses» Trump se ha vuelto «más agresivo» mientras «presiona hacia la mentira».
«Es algo aterrador», ha señalado Cheney, quien meses atrás ya fue reprobada por la delegación de Wyoming. «Trump engañó y traicionó a millones de personas al afirmar que las elecciones presidenciales de 2020 fueron un robo» y la decisión del Partido Republicano de promover esta retórica es «realmente peligrosa», ha dicho.
La hija del exvicepresidente Dick Cheney ha sido una de las pocas figuras dentro de su partido que ha mostrado su disconformidad con la deriva hacia los postulados de Trump, siendo incluso una de los diez republicanos que votó a favor de iniciar un segundo juicio político contra él, en esta ocasión por su responsabilidad en el asalto del Capitolio en enero.
Ante una hipotética candidatura a la Casa Blanca para 2024, Cheney ha preferido apuntar hacia otras batallas más cercanas en el tiempo, como «luchar» para que el partido vuelva «a la esencia y a los principios» originales y evitar así «la deriva realmente peligrosa que ya está en marcha».
«Este es, creo, el punto de partida de esta batalla. Es una batalla que tenemos que ganar porque no se trata solo del Partido Republicano, se trata del país. En este momento estoy muy concentrada en asegurarme de que nuestro partido defienda nuevamente la verdad y los principios fundamentales conservadores», ha afirmado.
Se espera que este viernes el Partido Republicano vote a favor de aupar a la representante por Nueva York –Elise Stefanik– como presidenta de la Conferencia Republicana, el tercer puesto de mayor importancia de la formación dentro de la Cámara Baja.
Stefanik, quien hace seis años fue la mujer más joven en ser elegida para formar parte del Congreso, se ha convertido en los últimos tiempos en un valor en alza dentro del partido y se ha mostrado como una defensora de la retórica de Trump y sus teorías de que se produjo un fraude electoral en las pasadas presidenciales.
