Homan realizó estas declaraciones en San Diego, cerca de la frontera con México, durante una rueda de prensa celebrada frente al muro fronterizo junto al comisionado de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), Rodney S. Scott.
El mensaje se enmarca en el balance de la administración de Donald Trump sobre la política migratoria al cierre de 2025. El responsable fronterizo defendió los resultados del Ejecutivo y endureció el tono contra las llamadas ciudades santuario, a las que acusó de obstaculizar las deportaciones.
Advertencia directa a los inmigrantes sin papeles
Homan aseguró que abandonar el país de forma voluntaria es la opción “más humana” para quienes se encuentran en situación irregular. «Salga del país por su cuenta e intente regresar a través de un programa legal, porque de lo contrario tendremos que buscarlo, encontrarlo y deportarlo», afirmó.
El responsable fronterizo advirtió de impedimentos legales futuros para quienes sean deportados de manera forzosa.
El funcionario añadió que quienes no salgan voluntariamente podrían enfrentarse a prohibiciones legales de reingreso en EEUU, lo que complicaría cualquier intento futuro de regularización.
Balance de deportaciones en 2025
Durante la comparecencia, Homan defendió que la actual administración ha logrado reforzar el control fronterizo y calificó la situación como «la frontera más segura de la historia de esta nación».
El Gobierno estadounidense cifra en más de 600.000 las deportaciones realizadas en lo que va de año
Según el responsable de la política fronteriza, EEUU ha superado las 600.000 deportaciones en 2025, una cifra que, a su juicio, refleja la eficacia de las medidas adoptadas.
Críticas a las ciudades santuario
Homan también arremetió contra las jurisdicciones que aplican políticas santuario, diseñadas para limitar la cooperación con las autoridades federales de inmigración.
Homan acusa a las ciudades santuario de ralentizar y poner en riesgo las operaciones migratorias
«Las ciudades santuario nos ralentizan, son menos eficientes y son peligrosas», afirmó, al considerar que estas políticas dificultan la detención y expulsión de inmigrantes en situación irregular.
El cierre del balance migratorio del año refuerza el discurso de línea dura del Ejecutivo estadounidense en materia de control fronterizo y deportaciones.
