El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha cifrado en 250.000 millones de pesos (9.422 millones de euros), lo que supone un punto del PIB del país, la cantidad que la Secretaría de Hacienda del país se ahorrará con la extinción de contratos públicos o fideicomisos sin estructura orgánica ni mandatos.
El mandatario ha explicado que este dinero se utilizará en cuatro ejes principales que son el refuerzo de los programas sociales, la reactivación de la economía en el marco de la crisis sanitaria, apuntalar a la petrolera estatal Pemex por la caída en los precios del petróleo, y pagar deuda, siendo este concepto al que se va a ir la mayoría de los recursos.
López Obrador ha afirmado que los fondos y contratos públicos extinguidos no eran estratégicos y habían proliferado en diferentes estados o dependencias del país. «Lo que se está haciendo ahora, porque es un mandato de la ley de austeridad republicana, es concentrar todos esos recursos en Hacienda», ha detallado.
Por otra parte, el presidente ha calificado de «muy buena» la reunión que ha mantenido con los representantes del sector empresarial de cara a aportar medidas en la crisis del Covid-19, asegurando que la Administración y las empresas estarán «constantemente intercambiando información».
EL DOMINGO PRESENTA EL PLAN DE REACTIVACIÓN
El mandatario azteca presentará el próximo domingo el plan de reactivación económica de México para hacer frente a los impactos económicos derivados de la propagación del coronavirus en la región.
Entre las medidas ya anunciadas, López Obrador afirmó que los salarios de los altos funcionarios públicos del país, a excepción de los que cobren menos de 30.000 o 20.000 pesos (1.150 euros y 765 euros), se congelarán durante este año.