El Banco Central de México ha recortado en 50 puntos básicos los tipos de interés del país, hasta un nivel del 4,5%, lo que supone el registró más bajo desde septiembre de 2016, cuando se situó en el 4,75%, según informó en un comunicado.
El instituto emisor ha enmarcado esta rebaja en la pandemia de coronavirus y sus efectos derivados sobre la economía azteca. En concreto, ha indicado que los organismos multilaterales y analistas anticipan una fuerte contracción para 2020 y un crecimiento moderado en el próximo año, aunque, advierte la entidad, dichas previsiones están sujetas a un «alto grado de incertidumbre».
Asimismo, la institución señala que a partir de junio se observó una recuperación partiendo de los bajos niveles de actividad de los meses precedentes, como consecuencia de la reapertura de algunos sectores, el relajamiento de las restricciones de movilidad y cierta recuperación de la demanda externa.
Al mismo tiempo, la entidad subraya que la actividad económica en el país norteamericano tuvo una profunda contracción del 18,5% en el segundo trimestre, como reflejo de las medidas desplegadas para contener el brote vírico.
«Se prevén mayores condiciones de holgura en el horizonte en el que opera la política monetaria y persisten importantes riesgos a la baja», indica el comunicado.
Pese al panorama, Banxico reconoce que desde su última decisión de política monetaria los mercados financieros globales continuaron mostrando un comportamiento positivo, reflejando los efectos de medidas de estímulo fiscal, monetario y financiero adoptados en las economías avanzadas y la gradual reapertura de la actividad productiva en estos países, si bien no se han alcanzado niveles prepandemia.
Por su parte, la inflación general aumentó del 3,33% al 3,62% entre junio y julio, como resultado de los incrementos tanto en el componente no subyacente como en el subyacente, según indica el instituto emisor. Entre otros, destacan ciertos aumentos en los precios de productos y servicios energéticos.
En esta línea, el instituto emisor explica que los retos derivados de la pandemia a futuro, en cuestiones de política monetaria, incluyen tanto el impacto en la actividad económica como un choque financiero. Así, el pronóstico de 12 a 24 meses es que la inflación se ubique alrededor del 3%.
Respecto a posibles recortes futuros, Banxico afirma que estos dependerán de la evolución de los factores que inciden sobre las perspectivas de inflación y sus expectativas, incluyendo los efectos que pudiera generar la pandemia.