El Banco Central de Brasil ha rebajado la previsión de crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) en 2021, pasando de una proyección del 3,8% a una del 3,6%, debido a la incertidumbre que todavía persiste en la actividad económica por la evolución de la pandemia, según ha relatado en su último informe.
No obstante, ha explicado que esta proyección está condicionada a la evolución del proceso de reformas y los ajustes necesarios en la economía brasileña por parte del Gobierno.
En este sentido, el pronóstico de la institución pasa por un crecimiento moderado en el primer semestre del año, para un posterior repunte «relevante» en la segunda mitad, acorde con la esperado reducción en la tasa de letalidad de la Covid-19.
De su lado, las previsiones para la inflación este año son de en torno al 5%, lo que supone un nivel superior a la meta del 3,75%, aunque se mantiene dentro del intervalo de tolerancia de 1,5 puntos porcentuales previsto por el Banco.
Para 2022 y 2023, el Banco Central proyecta una inflación del 3,5% en cada año, superior a las proyecciones realizadas en diciembre, cuando esperaba una tasa del 3,4% en 2022 y del 3,3% en 2023.