El Banco Central de Brasil ha revisado a la baja el Producto Interior Bruto (PIB) del país para este año, bajándolo desde un crecimiento del 2,2% hasta una situación de estancamiento, por el coronavirus.
«La economía mundial, incluida la brasileña, está experimentando un alto grado de incertidumbre debido a la pandemia del coronavirus, que está causando una desaceleración significativa en la actividad económica, una caída en los precios de los productos básicos y una mayor volatilidad en los precios de los activos financieros», ha informado el banco en un informe.
Las proyecciones a corto plazo se han visto influenciadas de manera significativa por las caídas en los precios internacionales del petróleo, que a su vez han tenido un impacto en los precios del combustible brasileño.
En este contexto, el banco señala que el escenario para las economías emergentes se ha vuelto desafiante, con el aumento del riesgo en los países y la consecuente reasignación de activos que provocará un ajuste «sustancial» de las condiciones financieras.
El organismo también ha señalado que continuará utilizando todo su arsenal de medidas de política monetaria y estabilidad financiera frente a la crisis actual. Asimismo, ha enfatizado que perseverará en el proceso de reformas y ajustes necesarios en la economía brasileña, ya que esto es «esencial» para permitir la recuperación sostenible de la economía.
La semana pasada, el Ministerio de Economía brasileño estimó una expansión de solo 0,02% del PIB en 2020. Sin embargo, el Departamento también informó de que se prevé un escenario de recesión técnica en 2020, subrayando que el PIB caerá durante dos trimestres consecutivos.
En 2019, el PIB de Brasil creció un 1,1%. Fue el incremento más débil del país en tres años, con el resultado principalmente afectado por la pérdida de ritmo de consumo de los hogares y la inversión privada. En 2017 y 2018, la subida fue del 1,3%, en ambos casos, según datos del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística.
