Banco do Brasil registró un beneficio neto de 6.413 millones de reales brasileños (1.008 millones de euros) en el primer semestre del año, lo que supone una contracción del 22% con respecto al mismo periodo del año anterior.
La entidad financiera explica que el resultado se vio afectado, principalmente, por la resiliencia del margen bruto, la presión sobre los ingresos de servicios prestados y el aumento de las provisiones para las cuentas de cobro dudoso.
En concreto, estas provisiones se cifraron en 5.907 millones de reales (931 millones de euros) en el segundo trimestre y de 11.445 millones de reales (1.804 millones de euros) en el semestre.
Pese a la caída en los beneficios, la compañía asegura que su negocio ha permanecido sólido debido al crecimiento de la cartera de crédito con un ‘mix’ adecuado, el control de gastos y la reducción de los gastos con riesgo fiscal.
Sin contar los efectos extraordinarios, el beneficio neto de la entidad financiera alcanzó los 6.706 millones de reales (1.055 millones de euros) durante el semestre.
Los ingresos operativos del banco se mantuvieron estables durante el periodo, con una cifra de 46.435 millones de reales (7.321 millones de euros), con unos costes de operación de 24.645 millones de reales (3.885 millones de euros).
En cuanto al resultado trimestral, la entidad se anotó un beneficio neto de 3.205 millones de reales (505 millones de euros), un 23,7% menos que, sin contar los impactos extraordinarios, alcanzaría los 3.311 millones de reales (521 millones de euros).
Los ingresos operativos entre abril y junio fueron de 23.209 millones de reales (3.657 millones de euros), un 1,7% menos; con unos gastos operativos de 12.250 millones de reales (1.930 millones de euros).
Debido a la incertidumbre y la alta volatilidad de los mercados, Banco do Brasil ha decidido suspender su guía de previsiones para 2020.