El Gobierno de Argentina ha anunciado este lunes una prórroga hasta el 12 de junio del plazo para lograr un acuerdo con los acreedores privados, con quienes negocia una reestructuración de la deuda externa, valorada en unos 66.300 millones de dólares.
A través de un comunicado, el Ministerio de Economía ha informado de esta nueva ampliación, después de que la anterior finalice este martes. En el mismo texto, las autoridades argentinas no han descartado introducir «ajustes adicionales» a la propuesta inicial del 21 de abril «con el objetivo de maximizar el apoyo de los inversores» y, al mismo tiempo, mantener «sus objetivos de sostenibilidad de la deuda».
Ambas partes acordaron prorrogar las negociaciones hasta el 2 de junio, fecha para la que entonces deberían haber pagado 503 millones de dólares de tres bonos globales, por lo que técnicamente, el país ha entrado en suspensión de pagos.
Pese al impago, el Gobierno sostuvo que la voluntad de negociar y reestructurar la deuda sigue igual de vigente que el primer día.
El Gobierno del presidente, Alberto Fernández, presentó hace ya más de un mes una oferta a la Comisión Nacional de Valores de Estados Unidos con la que canjear una quita de capital del 5,4 por ciento, así como una reducción del 62 por ciento de los intereses, además de una moratoria de tres años antes de comenzar con los pagos.
Sin embargo, hasta la fecha, los principales acreedores han rechazado la oferta, aunque el ministro de Economía argentino, Martín Guzmán, ha destacado este lunes que «las partes se siguen acercando, pero sigue faltando una distancia importante por recorrer».
«No estaría bien apurarse para cerrar algo que no le sirva a Argentina. Necesitamos un acuerdo que cuide de Argentina. Eso es lo que me encomendó el presidente y nosotros actuamos de forma firme sobre la base de ese principio», ha expuesto Guzmán a través de un comunicado tras conocerse el anuncio de la nueva prórroga.
«La extensión de hoy es simplemente por una razón técnica. Se extiende la oferta para tener unos días más para enmendarla. Y una vez que se enmiende, se volverá a extender la fecha de cierre de la oferta», ha explicado el ministro de Economía.
La reestructuración de la deuda ha sido una de las prioridades del Gobierno de Fernández desde que asumió el poder del pasado 10 de diciembre, después de la crisis desatada en 2018, donde Argentina quedó al borde del cese de pagos.
El anterior presidente argentino Mauricio Macri solicitó al Fondo Monetario Internacional (FMI) un megacrédito de 56.300 millones de dólares, de los cuales sólo se recibieron cerca de 44.000 millones después de que Fernández, tras asumir la jefatura del Estado, decidiera rechazar los préstamos restantes ya que fueron utilizados sin control por el antiguo gobierno y destinados a «financiar la fuga de capitales».