En un comunicado, la Fundación Benedetti declara su «profunda preocupación por la injerencia externa de Estados Unidos y sectores de la derecha supremacista que pretenden utilizar las protestas de parte de la sociedad cubana para propiciar un cambio de régimen, violando los principios internacionales de no intervención».
A su vez, demanda «la necesidad urgente de que finalice el bloqueo económico, comercial y financiero a la República de Cuba por parte del gobierno de Estados Unidos, tal como se exigió –nuevamente– por parte de Naciones Unidas en la resolución A/75/L.97 de su Asamblea General en junio de este año, con 184 votos a favor, tres abstenciones (Colombia, Ucrania y Emiratos Árabes Unidos) y solo dos votos en contra (Estados Unidos e Israel).
«Un ejemplo de los males que esto genera es la paradoja de que Cuba haya avanzado en la producción de dos vacunas contra la COVID-19 pero se le impida acceder a las jeringas para administrarla», subraya el documento firmado por Hortensia Campanella, presidenta de la Fundación Benedetti; Washington Carrasco, secretario; Andrés Olivetti, tesorero; y los vocales Diane Denoir, y Silvia Guerra.