«El Trigésimo Juzgado Civil de Santiago condenó al Fisco a pagar una indemnización de 40.000.000 (42.100 dólares) por concepto de daño moral, a Ernesto Eugenio Campos Silva, estudiante universitario a la época de los hechos, detenido por efectivos del Ejército en enero de 1974 y sometido a torturas en Tejas Verdes (centro), cárcel de San Antonio (centro), Estadio Chile y el campo de prisioneros Chacabuco (centro)», informó el Poder Judicial a través de un comunicado.
El tribunal estableció que Campos fue secuestrado por personal del Ejército desde la casa de unas amigas solo por el hecho de haber estado escuchando música y tener el pelo largo, y fue trasladado a Tejas Verdes, un recinto clandestino de detención en la región de Valparaíso (centro).
En este lugar, Campos fue humillado, quemado con cigarros y golpeado con las culatas de las armas de fuego institucional, además de recibir patadas y golpes de puño en el rostro.
Durante unos días estuvo en ese lugar y posteriormente fue trasladado a la cárcel de San Antonio, en la misma región, siendo nuevamente sometido a torturas que incluyeron «la parrilla», método de sumisión que consiste en amarrar a la víctima a un catre de metal electrificado.
Después de una semana, el Ejército llevó a Campos a Santiago al Estadio Chile, otro recinto clandestino de detención, y tras varios días, fue trasladado a Chacabuco, en las afueras de la capital, donde pasó más de dos meses detenido en un campo de prisioneros sin saber nunca la causa de su encierro, para luego ser liberado.
El tribunal determinó que el crimen, a pesar del tiempo transcurrido, no prescribe debido a que se enmarca en las violaciones a los derechos humanos cometidos durante el régimen.
Durante la dictadura de Pinochet, más de 28.000 personas fueron torturadas, 3.227 fueron asesinadas y unas 200.000 se vieron obligadas al exilio, según cifras oficiales.