Entre los motivos de este ligero crecimiento destaca la contracción del 1,5% de la demanda interna, en línea con un menor consumo de los hogares en bienes. En concreto, el consumo privado descendió un 2,8% interanual.
Por actividades, se produjo un mejor desempeño del sector servicios, que en todas sus subcategorías experimentó incrementos, destacando el aumento del 12,2% en transportes. Por el contrario, minería redujo su actividad un 4,9% y el comercio, hasta un 9,6%. Le sigue el sector agrícola, que presentó un retroceso del 2,1%.
Respecto del comercio exterior de bienes y servicios, las exportaciones aumentaron un 4,1% y las importaciones se recortaron 2,7%. En el primer caso, el resultado se explicó principalmente por el dinamismo de las exportaciones de servicios, seguidas por los envíos de bienes. En el resultado de las importaciones destacaron las menores transacciones de productos tecnológicos y petróleo crudo.