En un comunicado, informó que a partir del 20 de julio el litro de combustible en sus refinerías se venderá, de media, a 3,86 reales (0,72 dólares), lo que representa una caída del 4,9 por ciento respecto al precio actual (4,06 reales, 0,75 dólares).
La empresa resaltó que al reducir el precio de la gasolina, la empresa «es coherente con la práctica de precios de Petrobras, que busca el equilibrio de sus precios con el mercado global, pero sin volcar en los precios internos la volatilidad coyuntural de las cotizaciones internacionales y de la tasa de cambio».
Este es el primer cambio en los precios de los combustibles bajo la gestión del nuevo presidente de Petrobras, Caio Paes de Andrade, que fue nombrado por el Gobierno de Jair Bolsonaro con la misión de evitar nuevos aumentos.