Según la empresa semiestatal, el precio medio de venta a las distribuidoras «pasará de 3,86 reales (0,74 dólares) a 3,71 reales (0,71 dólares) por litro», lo que supone una reducción del 3,88 por ciento.
Petrobras destacó que la reducción es «coherente» con su política de precios, que busca que estén equilibrados con el mercado mundial, pero sin pasar a los precios internos la volatilidad cíclica de las cotizaciones internacionales y del tipo de cambio.
La última reducción del precio de la gasolina se dio el 19 de julio, cuando la petrolera anunció una caída del 4,9 por ciento.
Entonces, el precio del diésel no fue alterado; la última vez fue a mediados de junio cuando subió un 14,25 por ciento, lo que provocó quejas entre los camioneros.
La caída del precio de la gasolina tiene un impacto directo en la inflación, que previsiblemente empezará a notarse en el mes de agosto.
La inflación es el principal obstáculo para recuperar la popularidad del presidente Jair Bolsonaro de cara a las elecciones presidenciales de octubre.
